Lo que debes saber
- Los asesores de Trump dijeron que el expresidente y presunto candidato republicano eligió la tienda porque era el lugar de un ataque violento contra un empleado, un caso que generó críticas públicas al fiscal de distrito que ahora lo procesa.
- La visita fue la primera aparición de campaña de Trump desde que comenzó su juicio penal por dinero secreto, lo que convirtió al presunto candidato republicano en el primer expresidente en la historia de Estados Unidos en ser juzgado penalmente.
- Antes de su llegada, la campaña de Trump distribuyó materiales a periodistas criticando al fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, por su manejo del caso de apuñalamiento, incluidas las semanas que Alba pasó encarcelada en Rikers Island. Bragg supervisa la oficina que ahora procesa a Trump.
NUEVA YORK — Recién salido de un tribunal de Manhattan, Donald Trump visitó una bodega de Hamilton Heights donde un hombre fue asesinado a puñaladas en 2022, un giro radical para el expresidente mientras hace malabarismos entre ser un acusado penal y el intento del retador republicano de culpar al presidente Joe Biden por el crimen.
Trump pasó por Sanaa Convenient Store, una pequeña bodega que vende patatas fritas, refrescos y otros bocadillos. Los asesores de Trump dijeron que el expresidente y presunto candidato republicano eligió la tienda porque era el lugar de un ataque violento contra un empleado, un caso que generó críticas públicas al fiscal de distrito que ahora lo procesa.
La visita fue la primera aparición de campaña de Trump desde que comenzó su juicio penal por dinero secreto, lo que convirtió al presunto candidato republicano en el primer expresidente en la historia de Estados Unidos en ser juzgado penalmente.
Trump estará confinado en la sala del tribunal la mayoría de los días, lo que limitará drásticamente sus movimientos y su capacidad para hacer campaña, recaudar fondos y hacer llamadas, a diferencia de Biden, quien hizo campaña el martes en Pensilvania, un estado clave en el campo de batalla. Los asesores de Trump han respondido planificando mítines y otros eventos políticos los fines de semana y miércoles, el único día laborable en el que se supone que el tribunal no sesiona. Los planes también incluyen más apariciones locales que Trump pueda hacer cada día después de los recesos judiciales.
Durante meses, Trump ha atacado a las ciudades gobernadas por los demócratas, calificándolas de plagadas de criminalidad e invadidas por inmigrantes que han cruzado la frontera entre Estados Unidos y México, incluso cuando los delitos violentos han disminuido en Estados Unidos. Con su parada de campaña local en Harlem, Trump mezcló ese familiar, aunque mensaje a menudo exagerado con su promesa de hacer un esfuerzo serio para ganar su estado natal a pesar de su fuerte inclinación demócrata.
“Quieren ley y orden… cada semana les roban”, dijo Trump sobre los negocios en Nueva York, mientras intentaba comparar su procesamiento con lo que sucede en las calles de Nueva York. “¿Sabes dónde está el crimen? Está en las bodegas”.
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Contrariamente a la retórica de Trump, las estadísticas del FBI muestran que los delitos violentos en general disminuyeron a nivel nacional en 2023 después de los picos de la era COVID que comenzaron en 2020, cuando Trump era presidente. La delincuencia también ha disminuido en la ciudad de Nueva York desde que la pandemia alcanzó su punto máximo.
Aún así, en julio de 2022, José Alba, empleado de la tienda que Trump visitó en Hamilton Heights, una sección predominantemente hispana de Harlem, fue atacado por Austin Simon, de 35 años. El altercado resultante, capturado en un vídeo de vigilancia, terminó con Alba apuñalando mortalmente a Simon. Alba, un inmigrante de la República Dominicana, fue arrestado y acusado de asesinato, pero el fiscal de distrito de Manhattan retiró los cargos a las pocas semanas, diciendo que no podían probar que Alba no había actuado en defensa propia.
Antes de su llegada, la campaña de Trump distribuyó materiales a periodistas criticando al fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, por su manejo del caso de apuñalamiento, incluidas las semanas que Alba pasó encarcelada en Rikers Island. Bragg supervisa la oficina que ahora procesa a Trump.
La oficina de Bragg respondió el martes después de que surgieron noticias de los planes de Trump.
La muerte de Simón y el caso de Alba “se resolvieron hace casi dos años y los cargos fueron desestimados tras una investigación exhaustiva”, según el comunicado. “La principal prioridad del fiscal de distrito Bragg sigue siendo combatir el crimen violento y la oficina ha trabajado de la mano con la Policía de Nueva York para reducir el crimen general en Manhattan”.
La oficina de Bragg citó estadísticas que muestran caídas de dos dígitos en homicidios y tiroteos en Manhattan durante los últimos dos años.
La campaña de Trump también presentó la parada de la tienda de conveniencia como un lugar para resaltar el aumento de los precios al consumidor durante la presidencia de Biden. Sin embargo, Trump se saltó esos temas de conversación y se centró en sus descripciones de la delincuencia en Nueva York y afirmó que el sistema judicial está dejando en libertad a los delincuentes.
“No los recogen, van tras Trump”, dijo.
El esfuerzo del expresidente en Harlem afirma sus intenciones de hacer campaña en su estado natal, a pesar de que Nueva York sigue siendo abrumadoramente demócrata. En 2020, Biden obtuvo más del 60% de los votos en el estado y obtuvo márgenes aún más amplios en la Ciudad de Nueva York. Trump insiste en que puede ganar Nueva York en noviembre de todos modos, y ha reflexionado sobre la posibilidad de realizar mítines en el sur del Bronx y Queens, donde nació y creció el expresidente, e incluso en el Madison Square Garden.
“Quizás alquile el Madison Square Garden”, dijo en una entrevista con Breitbart News. “Ese es el vientre de la bestia, ¿verdad?”
Sería una propuesta prohibitivamente costosa, sobre todo porque su campaña ha trabajado para ahorrar dinero mientras enfrenta una brecha de recaudación de fondos con Biden.
“Vamos a hacer una jugada importante para Nueva York”, dijo Trump el martes, como parte de su promesa de poner a más estados en juego.
Al menos, Trump, durante mucho tiempo una figura famosa para los neoyorquinos, demostró que todavía puede llamar la atención en la ciudad.
A lo largo de la tarde, la multitud alrededor de la bodega creció a media docena a medida que se corrió la voz de la inminente visita de Trump. Se instalaron barricadas a lo largo de Broadway, entre las calles 139 y 140, antes de la aparición de Trump. El patio del restaurante mexicano de al lado estaba lleno de curiosos y el personal de una peluquería del otro lado se reunió junto a la puerta abierta.
“Papito Trump ya viene. ¡Sí!” dijo un transeúnte antes de la llegada del expresidente.
Cuando llegó Trump, los niños treparon a los andamios alrededor de los edificios cercanos para tener una mejor vista. Trump estrechó la mano de personas que estaban detrás de las barricadas policiales antes de entrar a la bodega, donde el plexiglás separa a los clientes de la caja registradora.
“Amo esta ciudad”, dijo Trump a los periodistas después de salir de la tienda. “Vamos a enderezar Nueva York”.
Trump ha argumentado que la actual afluencia de inmigrantes a la ciudad, donde hizo crecer su imperio inmobiliario y se convirtió en un tabloide, ha hecho que los neoyorquinos estén más dispuestos a votar por él desde su derrota en 2020 ante Biden. La ciudad ha tenido dificultades para albergar a los recién llegados, alojando a muchos en hoteles de la ciudad.
“Creo que tenemos una oportunidad. Nueva York ha cambiado mucho en los últimos dos años”, dijo recientemente a la presentadora de Fox News, María Bartiromo. “La gente de Nueva York está enojada. Personas que nunca habrían votado por mí porque’ Soy republicano… creo que van a votar por mí”.
El martes redobló esa postura, afirmando que los inmigrantes “provienen de cárceles, prisiones e instituciones mentales”, aunque no hay pruebas que respalden esa afirmación, lo que recuerda a su discurso de 2015 para lanzar su primera campaña presidencial.
Las perspectivas de Trump dependerán de votantes como Lesandra Carrión, una mujer de 47 años que vive en el barrio y salió a ver al expresidente cuando supo que podría estar de visita.
Dijo que no está de acuerdo con todo lo que Trump dice o hace, pero declaró que “él dice la verdad”. Carrión citó el aumento de la población migrante y la escasez de recursos de la ciudad. “Creo que él hará una diferencia”, dijo sobre Trump.
En cuanto a sus problemas en el juzgado del extremo sur de Manhattan, Carrión se mostró desdeñoso. “Él va a superar eso”, dijo. “Todos cometemos errores al final del día. Pero él es la verdad y la luz. Siento que Dios está en él”.
La representante Marjorie Taylor Greene de Georgia, una importante aliada de Trump, predijo el lunes que Trump “sacará lo mejor de este” juicio en Nueva York. “Los demócratas en Nueva York, el juez y todos”, dijo, “realmente se van a arrepentir”.
Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo el martes.
Steven Kopstein, un residente del vecindario de 63 años, expresó su disgusto por la visita de Trump y ocasionalmente se burló de los partidarios de Trump mientras caminaba entre la multitud con su perro.
“No eres bienvenido aquí”, dijo Kopstein sobre Trump, calificando de irónico que el expresidente arremeta contra el crimen inmediatamente después de pasar todo el día en la mesa de un acusado. “Ha hecho mucho para dañar a inmigrantes y migrantes y este vecindario está lleno de ellos. Es una locura para mí que esta gente lo apoye. Simplemente, no lo entiendo”.
