Características de las personas resilientes / @meadowwalker
En el campo de la psicología hay una terminología muy amplia, pero en los últimos años hay un concepto que no ha parado de resonar: la resiliencia. Se relaciona con el bienestar y la actitud con la que ciertas personas se enfrentan a los problemas que puedan surgir.
Según la RAE, es la «capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos». Es decir, que podríamos resumirlo como la perseverancia que hace que alguien no se rinda a la primera de cambio.
Tienen la capacidad de no solo sobreponerse ante las dificultades, sino que toman esos contratiempos y los convierten en una oportunidad de crecer y desarrollarse personalmente. Es una forma de vivir la vida, mucho más optimista, encontrando el lado positivo a todo lo que acontece.
¿Cómo empezar a ser más resilientes?
La resiliencia, a diferencia de muchas otras cualidades, no viene implícita en la personalidad de una persona, sino que hay que irla descubriendo con el tiempo. Es cierto, que puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un «buen carácter», algo que ayuda, pero que independientemente todos podemos acabar incorporando.
Normalmente la resiliencia surge cuando has tenido que enfrentarte a situaciones que se escapaban a tu control, después de saborear el fracaso y volviendo a ponerse de pie. La vida te lleva a tus limites, y si quieres ser más resiliente, tienes que encontrar la calma después de la tormenta, y la oportunidad donde otros no la ven.
Hábitos que tienes que practicar si quieres ser más resiliente
Establecer límites realistas: el autoconocimiento es la clave del éxito en cualquier aspecto de tu vida. Saber qué es lo que queremos, y sobre todo, de qué somos capaces, es importante para poder vivir una vida plena y tranquila. Tienes que tener claro cuáles son tus fortalezas, y explotarlas al máximo, y reforzar aquello en lo que tenemos más dificultades.
Los fracasos son oportunidades: como bien te hemos comentado, los fracasos no son el momento para castigarte a ti mismo, y repetirte lo poco que vales, al contrario, es el momento idóneo para ver más allá del problema y generar una oportunidad de crecer y aprender de tus propios errores. Tienen claro que esos momentos no duran para siempre y que, si se esfuerzan, la vida siempre te recompensa.
Confiar en ti misma: tener una alta autoestima y seguridad en uno mismo es una de las cosas que va a marcar la diferencia en tu vida. Saben que pueden lograr todo aquello que se propongan, teniendo la ambición como punto de partida.
Ver la vida con optimismo: el optimismo es más cuestión de actitud, que de personalidad. Tú puedes ser alguien que parte de la negatividad, o que prefiere ver el lado bueno de las cosas, está en tu propia mano. No todo es blanco o negro, sino que en la paleta de grises está la clave.
Flexibilidad ante los cambios: lo que aprendemos de la resiliencia es que no tenemos que ser muy estrictos en ningún aspecto de nuestra vida. Hay que visualizar los cambios como una oportunidad nueva, de un paso más en tu camino hacia el éxito y los objetivos que te hayas marcado.
Controlar tus emociones: el control emocional es una de las técnicas más complicadas de dominar, ya que muchas veces nuestra conciencia se rinde ante lo que sentimos en una situación determinada. Pero, las personas resilientes tienen claro que no se puede predecir todo lo que pasa, aprendiendo a convivir con la incertidumbre y el miedo.
