En un movimiento que generó un estruendo dentro y fuera del país, el virtual ministro de guerra israelí, Benny Gantz, pidió a los líderes políticos que aceptaran celebrar elecciones anticipadas en septiembre.
Gantz, que aparece como favorito en las encuestas, es el primer miembro del gobierno de emergencia de Benjamín Netanyahu que se rebela contra la postura del premier israelí y se decide a desafiar su gobierno. A casi siete meses de haberse sumado al gobierno israelí, acaba de enviarle un ultimátum a Netanyahu.
Como parte de una conferencia de prensa televisada, el miembro del gabinete de guerra israelí afirmó que el pueblo debe saber que el gobierno “no ignorará el desastre del 7 de octubre y lo que lo precedió. “Por eso tenemos que llegar a una fecha acordada para las elecciones durante el mes de septiembre”, advirtió.
Gantz no es un recién llegado. Fue Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas de Defensa de Israel desde el 14 de febrero de 2011 hasta el 16 de febrero de 2015. En su mensaje, dijo que había hablado con “líderes políticos” en las últimas semanas sobre el tema, algo sobre lo que afirmó haber puesto al tanto al primer ministro. Además sostuvo que “continuará el diálogo sobre el tema”. De acuerdo a su planteo, un pacto para celebrar elecciones le dará a Israel tiempo para continuar sus esfuerzos de guerra y al mismo tiempo permitirá a los ciudadanos de Israel saber que “pronto se renovará la confianza entre nosotros”. También evitará un cisma entre el pueblo y abrirá canales para que otros líderes “sionistas y responsables” se unan al gobierno durante el período provisional.
La necesidad de sumar nuevos apoyos no se reduce al plano doméstico. De hecho, Gantz argumentó que el llamado a elecciones anticipadas le daría a Israel mayor respaldo internacional. Su mensaje no pudo ser más explícito: el gobierno de Netanyahu se encuentra en un estado de extrema debilidad. Tanto Biden como Donald Trump le reclaman al premier israelí que ponga fin a la guerra que le está costando demasiado cara.
De acuerdo al planteo de Gantz, el llamado a elecciones anticipadas evitará un cisma entre el pueblo y abrirá canales para que otros líderes “sionistas y responsables” se unan al gobierno durante el período provisional.
En línea con el reclamo que Joe Biden y su secretario de Estado Anthony Blinken le vienen haciendo a Netanyahu sin éxito desde hace varios meses, el ministro de guerra instó a la administración a intensificar los esfuerzos para traer a los rehenes israelíes en Gaza a casa y evitar tensiones en las relaciones con Estados Unidos. No es casual. A principios de marzo pasado, Gantz viajó a Washington sin aval de Netanyahu y se reunió con las tres personas más cercanas a Biden: Blinken, el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan y la vicepresidenta Kamala Harris.
En su mensaje por televisión, Gantz no dio precisiones sobre la posibilidad de que su fuerza política abandone el gobierno en un momento en que las críticas se multiplican contra la ofensiva israelí y las protestas se incrementan en contra de Netanyahu.
Gantz es el líder de la alianza parlamentaria de Unidad Nacional, la fuerza opositora que lo postula como candidato a presidente. Actualmente aparece como favorito en la mayoría de las encuestas en Israel.
Su mensaje tiene una relevancia extraordinaria y llega en un momento crítico. Es la primera vez desde el ataque de Hamas del 7 de octubre pasado que un dirigente de su envergadura convoca a elecciones anticipadas. El objetivo de Gantz y los sectores que lo respaldan es que Israel tenga un nuevo gobierno antes del primer aniversario de la guerra.
Según consignó The Jerusalem Post, la declaración de Gantz se produjo una noche después de una tormentosa protesta en Jerusalén en la que una movilización se dirigió al domicilio particular de Netanyahu en el marco de una semana nacional de protesta. El martes, un manifestante arrojó una antorcha a un oficial de caballería de la policía y los agentes utilizaron la fuerza contra familiares de los rehenes. “Lo que Israel necesita es tranquilidad en las urnas y no llamas en las calles”, dijo Gantz.
El llamado de Gantz a una elección se produjo después de que el presidente de la Derecha Unida, el parlamentario Gideon Sa’ar, convocara más temprano el miércoles a una elección de consenso en enero y se uniera a los llamados de los partidos de oposición Yesh Atid, Yisrael Beytenu y Labor.
Gantz puede ganar políticamente con unas elecciones. Su partido Unidad Nacional ganó 12 escaños en las elecciones anteriores y ahora cuenta con sólo ocho escaños después de que la facción de Sa’ar se separó de Gantz en marzo. Sin embargo, en las encuestas, Gantz ha superado consistentemente los 30 escaños, mientras que el Likud liderado por Netanyahu, que actualmente tiene 32 escaños, en las encuestas ni siquiera ha llegado a 20.
Su mensaje tiene una relevancia extraordinaria y llega en un momento crítico. El objetivo de Gantz y los sectores que lo respaldan es que Israel tenga un nuevo gobierno antes del primer aniversario de la guerra.
El general retirado que se sumó al gobierno de Netanyahu tras el ataque de Hamas no oculta su cercanía con la administración Biden. En febrero pasado, cuando el ministro de Seguridad de Israel Ben-Gvir afirmmó que a Netanyahu le convenía el triunfo de Trump en las elecciones de Estados Unidos, Gaenz fue uno de los más duros con él. Dijo que Ben-Gvir estaba “causando un daño tremendo” a las relaciones entre Estados Unidos e Israel y que “no entendía las relaciones exteriores”.
En un rotundo rechazo a su propuesta, el Likud de Netanyahu le respondió en términos durísimos: “En un momento fatídico para el Estado de Israel y en medio de una guerra, Benny Gantz debe dejar de involucrarse en política mezquina sólo por la desintegración de su partido. Una elección ahora necesariamente traerá parálisis, división, dañará los combates en Rafah y dañará críticamente las posibilidades de un acuerdo con rehenes. El gobierno continuará hasta alcanzar todos los objetivos de la guerra”.
En una muestra de las divisiones que hoy enfrentan a la dirigencia israelí, Gideon Sa’ar criticó a su ex aliado por sus declaraciones. “Gantz es parte del fallido y despistado gabinete de guerra que llevó a Israel a un callejón sin salida en esta guerra”, acusó Sa’ar, añadiendo que Gantz no había presentado ningún plan en detalle. “No hay necesidad de convocar una conferencia de prensa para celebrar consignas vacías. Ya hemos oído suficiente de ellas”, dijo Sa’ar.
El líder de la oposición, el parlamentario Yair Lapid, dijo en respuesta que Israel no podía esperar otros seis meses para que “el peor, más peligroso y más fallido gobierno de la historia del país” “se vaya a casa”. Más bien, es necesario derrocar al gobierno “lo antes posible”, afirmó Lapid.
El ex parlamentario y candidato a liderar el campo de izquierda en las próximas elecciones, Yair Golan, afirmó que el discurso demostraba que en la “elección entre salvar al Estado de Israel y salvar al catastrófico gobierno de Netanyahu, Gantz eligió lo último, y no por primera vez.”
