En momentos en los que el cuerpo se encuentra algo más agitado, como en situaciones de ansiedad o en picos de estrés, la respiración cambia. Suele ir más acelerada de lo habitual. Y, para rebajar ese estado a uno más tranquilo, se pueden hacer una serie de ejercicios con los que controlar un poco el ritmo.
Así lo ha explicado un experto en trabajo de respiración, Jamie Clements, en declaraciones que ha recogido el diario británico Independent. “Lo mejor documentado es el impacto positivo que una práctica diaria de respiración puede tener sobre el estrés y la ansiedad, ya que la respiración nos ayuda a regular y equilibrar el sistema nervioso“, ha asegurado.
Ha sido el propio Clements el que ha compartido cuatro ejercicios de respiración que pueden ayudar a aquel que los ponga en práctica a mantenerse en un estado más tranquilo.
Respiración funcional
El primero consiste en sentar las bases. “Esta práctica fundamental te ayuda a reconectarte con tu respiración, sentando las bases para un mejor bienestar físico y mental al garantizar que tu respiración sea eficiente y natural“, precisa el experto.
Según él, es importante reconectar con la respiración de uno mismo o una misma. Para hacerlo, lo primero que hay que hacer es sentarse o tumbarse en una posición cómoda. Una mano irá al pecho, la otra, al vientre. Sin tratar de hacer ningún cambio, basta con analizar cómo es la respiración. A continuación, sí, propone hacer alguna modificación a la dinámica, tratando de llevar la respiración al abdomen.
Respiración poderosa
“Este ejercicio es perfecto para las mañanas o cuando te sientes decaído por la tarde”, considera el experto, que apunta que esta técnica es “energizante que despeja la mente y mejora la concentración”. La explicación del ejercicio es sencilla. Hay que inhalar corta y vigorosamente y proceder a exhalar a través de la nariz, también a un ritmo constante. El número de repeticiones que recomienda Clements es entre 20 y 30 en dos o tres rondas.
Respiración con exhalación prolongada
En situaciones de estrés ya acumulado, la recomendación pasa por un ejercicio de respiración con exhalación prolongada. Basta con cerrar los ojos e inhalar por la nariz mientras se cuenta hasta cuatro. Después se repetirá este ejercicio, pero llevando la cuenta hasta el seis o el ocho. Se puede repetir todas las veces que haga falta,
Tras varias rondas, según Clements, se sentirá que se van reduciendo los niveles de estrés.
Respiración consciente y conectada
El último ejercicio que propone sirve para, según él, “ayudarte a conectar con tu subconsciente, invitándote a una introspección más profunda”. Para ello, hay que tumbarse y respirar por la boca, tanto para inhalar como para exhalar. Recomienda hacerlo sin pausas.