En los últimos meses, con el impulso del blanqueo y una menor incertidumbre económica, muchos decidieron sacar del “colchón” sus dólares ahorrados. Los depositaron en el banco y ahora tienen el desafío de invertirlos: poner esos ahorros a “trabajar” para, al menos, evitar que se desvaloricen por la inflación internacional.
Según los expertos, el mercado de capitales local ofrece opciones interesantes para que un ahorrista conservador pueda ampliar poco a poco su capital. Y se puede acceder a ellas simplemente abriendo -gratis y online- una cuenta de inversión en el propio banco o en un agente de bolsa habilitado.
“El mercado argentino ofrece una gran variedad de alternativas para quienes quieran invertir sus dólares sin exponerse a elevados riesgos“, explica a Clarín Juan Pedro Mazza, estratega senior de Renta Fija de Cohen Aliados Financieros.
“Con estos instrumentos, los inversores pueden proteger sus dólares contra la inflación estadounidense (de alrededor de 3% anual) y recibir un retorno adicional“, plantea el economista.
Para estos perfiles de ahorristas no muy dispuestos a arriesgar su capital, los asesores financieros hoy están sugiriendo armar una “cartera” de inversiones mayormente de renta fija, por ser sus rendimientos en general más previsibles a mediano y largo plazo.
A continuación, las 4 inversiones en dólares que más recomiendan ahora para conseguir rendimientos que superen el 5% anual y eventualmente el 10%, el 15% o más. Una por una, cuáles son, cómo reconocerlas en las plataformas financieras y cómo diversificar las apuestas para que resulten más seguras.
1. Obligaciones negociables en dólares: ¿cómo funcionan y cuáles aconsejan para un ahorrista conservador?
Las obligaciones negociables (ON), conocidas también como bonos corporativos, son instrumentos que emiten las empresas cuando toman deuda, y que luego pueden comprarse y venderse libremente en el mercado de capitales –en pesos y en dólares– hasta el día de su vencimiento.
Quien adquiere una ON, entonces, lo que está comprando es el derecho a cobrar intereses periódicamente (por ejemplo, cada 3 o 6 meses); y a recuperar el capital prestado, ya sea en cuotas o al vencimiento, según el caso. Todo de acuerdo con el cronograma preestablecido en el “prospecto” de cada bono, que es público.
Lo atractivo, entonces, es que el poseedor de una ON en dólares puede saber exactamente cuánto va a ganar (por encima de lo que invirtió) si conserva el título hasta que venza, y en qué fechas va a ir recibiendo el dinero en su cuenta.
Ahora bien, si necesitara o quisiera cobrar antes de tiempo -salir de la inversión-, puede venderle la ON a otro inversor en cualquier momento, al precio de mercado vigente.
El riesgo de las ONs es que la empresa caiga imprevistamente en problemas financieros que le impidan pagar en tiempo y forma. Por eso, a los ahorristas más conservadores les aconsejan siempre elegir ONs de empresas sólidas, con buenos antecedentes de cumplimiento. Y además, no apostar todo a una sola compañía: comprar ONs de firmas de distintos rubros.
“Las ON son el vehículo ideal para inversores conservadores. Y actualmente, a través de empresas de primera calidad, es posible conseguir rendimientos anuales de entre 4% y 6%“, asegura Mazza. Y señala como ejemplos de eso ONs de Pampa Energía que vencen en 2027 (como la MGC1D), de Arcor a 2027 (RCCJD), de TGS a 2031 (TSC3D) y de Vista a 2027 (VSCOD).
“Para quienes busquen un retorno anual algo más elevado y cercano al 8%, recomendamos ONs de YPF a 2029 (como YMCID), de Aeropuertos Argentina a 2031 (ARC1D) y de Telecom a 2026 (TLC1D), que también son empresas perfectamente acordes a un perfil conservador gracias a sus excelentes historiales crediticios“, añaden desde Cohen.
En la misma línea, Maximiliano Donzelli, manager de Estrategias de Inversión de IOL Invertironline, sugiere a quienes sacan sus dólares del colchón armar una cartera diversificada de ONs de empresas con buena calificación crediticia y con duraciones moderadas.
En concreto, Donzelli propone invertir los ahorros con un retorno esperado anual del orden del 6,7% en dólares repartiéndolos así:
- 25% en ONs de YPF Luz a 2026 (YFC2D).
- 20% en ONs de Edenor a 2026 (DNC3D).
- 20% en ONs de IRSA a 2026 (IRCLD).
- 10% en ONs de TGS a julio 2031 (TSC3D).
- 10% en ONs de Capex a agosto 2028 (CAC5D).
- 10% en ONs de YPF a julio 2025 (YCA6P).
- 5% en ONs de Edenor a agosto 2028 (DNC5D).
“En todos los casos estas ON pagan cupones de forma semestral, por lo que se va recibiendo un flujo“, aclaró el experto.
2. Bonos del Banco Central: ¿qué son los Bopreales y cuál eligen hoy los expertos?
Quienes vean con optimismo el rumbo económico actual también pueden destinar una porción de sus dólares a comprar bonos del país o de entidades públicas, que hoy prometen rendimientos mayores que los de una ON, por las dudas que persisten en el mercado sobre la capacidad de la Argentina de afrontar sus millonarias obligaciones.
Tal como sucede con los bonos corporativos, cada bono soberano en dólares cuenta con un cronograma preestablecido de pagos de intereses y de capital, pero puede ser vendido en cualquier momento en la Bolsa al precio del día, tanto en pesos como en dólares, lo que también permite embolsar una ganancia si el precio de mercado subió durante el período.
Mariano Cosentino, Portfolio Manager de Santander Asset Management (SAM), considera que para inversores con perfil moderado y un horizonte de mediano plazo pueden resultar adecuados unos bonos en dólares emitidos meses atrás por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Conocidos como Bopreales (por Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre), estos instrumentos se usaron en un comienzo para saldar deudas con importadores, pero ahora cualquiera puede adquirirlos en segundos en el mercado.
“Todavía vemos oportunidades en los Bopreales -asegura Cosentino- y principalmente en el BPY26“. Se trata de un bono que vence en mayo de 2026 (dentro de la misma gestión Milei), que paga intereses trimestrales y que devuelve el capital en tres cuotas a partir de noviembre de 2025.
“Si bien su rendimiento esperado se achicó, aún se encuentra en torno al 14% anual en dólares y su volatilidad es menor respecto de otros bonos como los Globales o Bonares”, comenta. Con lo cual, si efectivamente el BCRA lo paga tal como promete, la ganancia será jugosa.
3. Bonos de la deuda argentina: ¿en cuáles conviene invertir y cuáles son los riesgos?
En el caso de los bonos en dólares emitidos por el Tesoro Nacional, el mercado los considera un poco más riesgosos que los del Banco Central y eso hace que hoy proyecten rendimientos del 15% al 22% anual si finalmente Argentina los paga en tiempo y forma (sin caer en default ni en canjes con quitas).
“Para aquellos que tengan un horizonte mayor y soporten más la volatilidad, creemos que los bonos soberanos son un buen activo“, añaden desde Santander Asset Management.
Entre la amplia oferta disponible de bonos con diferentes plazos de pago, que van de 2029 a 2046, en Santander recomiendan apuntar a los bonos “Globales“, que abonan intereses cada 6 meses (en enero y julio) y que tienen a Nueva York como jurisdicción para la resolución de eventuales disputas. Puntualmente, señalan como los más prometedores a los que vencen en 2035 (GD35) y en 2038 (GD38).
“Si se busca más rendimiento, no nos quedaríamos 100% en ONs. Dependiendo de la tolerancia de riesgo, sugerimos sumar GD35 y AL30“, acota Donzelli, de IOL Invertironline.
“Creemos que el GD35, frente a una normalización del riesgo país, dado su precio y duración, es de los bonos que más se puede ver beneficiado“, explican en ese agente bursátil, donde calculan que hoy presenta un rendimiento efectivo en dólares del 16% anual.
El Bonar 2030 (AL30), en tanto, es un bono soberano que también paga cupones semestrales en enero y julio, pero de jurisdicción argentina. Al precio actual, según IOL, su rendimiento teórico equivale a un 22% anual.
4. Fondos de inversión en renta fija: ¿qué ventajas tienen y cuáles convienen más?
Finalmente, en lugar de comprar uno por uno los instrumentos de renta fija en dólares, una alternativa práctica sugerida es ingresar alguna parte de los ahorros a fondos comunes de inversión (FCI) especializados en este mismo tipo de activos financieros.
La ventaja de un FCI es que un administrador experto arma una cartera diversificada y equilibrada con el dinero de todos los inversores, y la va adecuando día a día según lo requieran los acontecimientos y las condiciones del mercado, para maximizar la rentabilidad.
Además, a un FCI se puede entrar con montos pequeños (en muchos casos desde 100 dólares) y ordenar el retiro del capital en cualquier momento junto con las ganancias conseguidas, teniendo que esperar sólo 24 o 48 horas hábiles para tener toda la plata en la cuenta.
Entonces, para quienes desean invertir en dólares y ganarle a la inflación en esa moneda, hoy los expertos destacan el atractivo de los FCI que invierten exclusivamente en ONs de alta calidad, tanto de Argentina como de otros países. O los que se enfocan en bonos soberanos.
Asimismo, existen FCI que combinan bonos de empresas y soberanos. “Pueden ser una muy buena opción dado que la gestión activa apunta a obtener un mayor retorno con una volatilidad acotada“, destaca Cosentino.
“En esta línea -ejemplifica-, el Superfondo Estratégico de Santander Asset Management (SAM), que viene liderando las suscripciones en este segmento, tiene una cartera compuesta por ONs con rendimientos de 5% para vencimientos 2025 y arriba de 6% para los de 2026 a 2027, junto con un 30% de bonos soberanos y Bopreales, que resultan en un portafolio de 1,5 años de duración promedio y una TIR (tasa interna de retorno) esperada de 6,5%.”
MDG