En una reunión organizada por la Alianza Latina Pro-Educación en Salud (ALPES), la alcaldesa de Raleigh, Janet Cowell, aseguró que el Departamento de Policía de la ciudad no tiene la responsabilidad de hacer cumplir las leyes de inmigración.
“Ellos, como parte del Departamento de Policía de Raleigh (RPD), forman parte del gobierno local y trabajan con diferentes agencias. Pero no hacen cumplir leyes migratorias bajo ese título”, señaló Cowell.
La alcaldesa también destacó que su prioridad al dialogar con el RPD es “mantener la ley y el orden, y garantizar la seguridad de la comunidad”.
En ese sentido, explicó que el jefe del RPD, Rico Boyce, busca acercar a los agentes a la comunidad. “Quiere sacar a los policías de sus patrullas para que la gente se sienta segura al caminar por las calles de la ciudad”, afirmó.
Impuesto a la propiedad, “han subido de forma insostenible”
Además de la inmigración y la seguridad, miembros de la comunidad latina expresaron a la alcaldesa sus preocupaciones sobre la vivienda asequible, los impuestos y la situación de las personas sin hogar.
“La vivienda es el principal problema, junto con el costo de vida. Cada día llegan 60 personas al condado de Wake, y 30 se mudan a Raleigh”, explicó Cowell.
La alcaldesa señaló que el gobierno local construye viviendas públicas y colabora con el sector privado para ofrecer opciones asequibles. “Pero, como saben, el 90 % del mercado es privado, y mi mayor preocupación es la incertidumbre económica”, agregó.
Cowell también reconoció que muchas personas se ven obligadas a dejar la ciudad debido al aumento en los precios de la vivienda y al alza en el impuesto a la propiedad, que —según dijo— “han subido de forma insostenible”.
“Entendemos el desafío que enfrentamos este año. Estamos trabajando en el presupuesto y en conversaciones con el administrador municipal”, indicó Cowell.
La alcaldesa reconoció que se trata de un tema complejo. “Estamos tratando de mantenernos firmes mientras abordamos la compensación para el personal de seguridad pública y otros empleados”, afirmó.
Sin embargo, advirtió que seguir aumentando los impuestos podría agravar la crisis de asequibilidad. “Sabemos que si continuamos elevando los impuestos, terminamos generando aún más problemas para quienes intentan vivir aquí”, expresó.
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Personas sin hogar
A medida que la ciudad sigue creciendo, la situación de las personas sin hogar continúa siendo una de las principales preocupaciones.
“Hemos estado observando a Houston como modelo, porque ha permitido la construcción de más viviendas”, dijo la alcaldesa.
Cowell explicó que en Houston ya no se utilizan albergues tradicionales, ya que se busca que las personas tengan acceso directo a viviendas permanentes.
“Los albergues pueden ser traumáticos y generar problemas adicionales. Por eso, lo ideal es enfocarse en construir más viviendas y ofrecer soluciones a largo plazo”, agregó.
En ese sentido, la alcaldesa mencionó el programa piloto Bringing Neighbors Home, una iniciativa de dos años de la ciudad de Raleigh. Este programa brinda asistencia directa para la vivienda y servicios de apoyo a personas sin hogar que viven en la calle.
El objetivo del programa es reubicar a estas personas en viviendas permanentes y desmantelar por completo al menos un campamento.
“Aun así, todo esto es solo una gota en el océano”, comentó Cowell.
Asimismo, indicó que el Ayuntamiento es consciente de la urgencia del tema y trabaja para garantizar camas suficientes durante los meses de invierno.
Cifras alarmantes
Según el conteo anual “Point-in-Time” (PIT), en los últimos años, el número de personas sin hogar en el condado de Wake, donde se encuentra Raleigh, ha mostrado variaciones significativas.
En 2020, se registraron aproximadamente 974 personas sin hogar. Sin embargo, en 2021, el conteo descendió a 439 personas, una disminución atribuida en parte a los efectos de la pandemia de COVID-19 en los métodos de recopilación de datos.
Para 2022, la cifra aumentó drásticamente a 1,534 personas, lo que representó un incremento del 68 % respecto al año anterior. Esto se debió en parte a una metodología más amplia que incluyó a personas recientemente conectadas con servicios del condado.
En 2023, el conteo se redujo a 916 personas, una baja frente al año anterior. Aunque esta cifra aún representa un aumento del 200 % en comparación con 2020. Estos cambios reflejan no solo la evolución de la crisis de vivienda en la región, sino también los desafíos metodológicos para medir con precisión la magnitud del problema.