Por Peter Alexander, Monica Alba, Allie Raffa y Rebecca Shabad – NBC News
El presidente, Joe Biden, le dijo este jueves por teléfono al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que el ataque de Israel en el que murieron siete cooperantes humanitarios de la organización World Central Kitchen y la situación humanitaria en Gaza son “inaceptables”, según la Casa Blanca.
Biden “dejó clara la necesidad de que Israel anuncie y aplique una serie de medidas específicas, concretas y apreciables para evitar daño y sufrimiento a civiles, y cuidar la seguridad de los trabajadores humanitarios”, precisó la Casa Blanca en un comunicado sobre los temas abordados en la llamada, que duró menos de una hora.
Biden “también dejó claro que la política de Estados Unidos con respecto a Gaza estará determinada por nuestra evaluación de la acción inmediata que Israel tome respecto a estas medidas”, según el comunicado.
Biden dijo a Netanyahu que “un alto al fuego inmediato es esencial para estabilizar y mejorar la situación humanitaria y proteger a civiles inocentes”. También lo instó a que “diera poder” a sus negociadores para alcanzar un acuerdo que incluya la liberación de los rehenes aún en poder de Hamas en Gaza.
“Los dos líderes discutieron además las amenazas públicas de Irán contra Israel y el pueblo israelí”, añadió la Casa Blanca. “El presidente Biden fue claro al decir que Estados Unidos apoya firmemente a Israel frente a esas amenazas”.
La llamada duró unos 30 minutos, según un alto funcionario de la Administración demócrata.
Un funcionario estadounidense indicó antes de la llamada que Biden tenía la intención de transmitir a Netanyahu su malestar por el ataque mortal que cobró la vida de siete colaboradores humanitarios. Otro funcionario describió a Biden como “muy enojado” por lo sucedido.
[A pesar de las protestas, Netanyahu rechaza la opción de convocar elecciones anticipadas]
La molestia del presidente es “indicativa del problema más amplio de cómo los israelíes están llevando a cabo sus operaciones”, precisó el funcionario.
Entre los siete colaboradores muertos en el ataque del lunes había un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense, según World Central Kitchen, la organización humanitaria fundada por el chef José Andrés.
Israel afirmó que no tenía intención de atacar y matar a los voluntarios, pero la organización aseguró que su equipo había coordinado sus movimientos con las Fuerzas de Defensa de Israel y que viajaban en una “zona segura” en vehículos que incluían dos coches blindados con el logotipo de World Central Kitchen.
Tras el atentado, la organización sin ánimo de lucro apuntó que interrumpiría inmediatamente sus operaciones en Gaza.
Biden y Netanyahu habían hablado por teléfono por última vez el 18 de marzo. En esa llamada, Biden le advirtió que no realizara una operación militar en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.
Altos funcionarios de ambos países mantuvieron una reunión virtual el lunes para discutir los planes de Israel sobre una posible invasión terrestre de la ciudad, que se volvió polémica luego de que los estadounidenses se opusieran a la propuesta de Israel de evacuar a los civiles palestinos refugiados allí, aseguraron dos funcionarios estadounidenses y otro exfuncionario familiarizado con la reunión.
[Mediadores de la crisis en la Franja de Gaza advierten de la gravedad de una ofensiva sobre Rafah]
Israel propuso trasladar a 1.4 millones de civiles de Rafah a tiendas de campaña al norte de la ciudad, pero el plan no incluía abordar las necesidades sanitarias, alimentarias y de agua, ni el abastecimiento de la mayoría de las tiendas de campaña, comentaron los funcionarios.
El senador demócrata Chris Coons, estrecho aliado de Biden, apoyó por primera vez el jueves la imposición de condiciones a la ayuda militar estadounidense a Israel si decide entrar en Rafah sin tomar medidas para proteger a los civiles o proporcionar ayuda humanitaria. “Creo que estamos en ese punto”, dijo en una entrevista en CNN.
El senador Peter Welch, demócrata por Vermont, dijo este jueves que Estados Unidos debería dejar de financiar la operación militar de Israel en Gaza.
El Gobierno de Biden “tiene la responsabilidad de dejar de financiar la estrategia del Gobierno de Netanyahu, que ha matado de forma muy desproporcionada a civiles, trabajadores humanitarios y personal médico, que ha utilizado los alimentos como arma y que no tiene la visión de establecer un Estado palestino viable e independiente junto al Estado de Israel”, afirmó.
Biden se reunió el martes en la Casa Blanca con miembros de la comunidad musulmana. Una de las participantes, Salima Suswell, fundadora del Consejo de Liderazgo Musulmán Negro, contó a NBC News que el presidente le dijo al grupo que la primera dama, Jill Biden, le ha estado instando en privado a poner fin a la guerra entre Israel y Hamas.
Biden hizo el comentario después de que un médico que había estado tratando a heridos en Gaza le dijera al presidente que su esposa no quería que estuviera en la reunión. Biden dijo que se sentía identificado y que la primera dama le había dicho: “Basta, basta ya”, aseveró Suswell. The New York Times informó primero acerca de estos comentarios.
