Entre los juegos deportivos siempre ha sido interesante evaluar diferentes opciones de afrontar la pasión por una u otra disciplina. En esta ocasión, nos centramos en el análisis de F1 Manager 24, que es ese juego que sirve para comprobar si realmente vuestras estrategias cuando véis las carreras de Formula 1, o cualquier otra competición, son realmente válidas. La tercera edición de esta licencia de Frontier llega para intentar renovar su oferta con una de las características más demandadas por la comunidad, crear una escudería.
Y es que, se puede decir que hay dos tipos de personas cuando hablamos de la Formula 1. Los que les gustaría ser pilotos y los que disfrutan de estrategias, gestiones y la tecnología que hay detrás de cada carrera. Y es que, es usual decir que en el fondo los pilotos son un mero pasajero de lo que realmente gana carreras y campeonatos. Y ese es el coche.
Análisis de F1 Manager 24
Lo cierto es que desde el primero de los juegos, allá por 2022, sorprendió por un planteamiento que buscaba ahondar en esas cuestiones que atienden muchos amantes de la competición del motor. Las estrategias y la gestión de las carreras, incluyendo obviamente, la gestión de una escudería en toda su infraestructura para hacer campeón a los pilotos. Y es que en el fondo, siempre estará la cuestión de que el piloto que gana, lo hace por los ingenieros que hacen posible el coche, y las estrategias que les permiten sacar ventaja en cada Gran Premio.
Un desafío extra, crear nuestro propio equipo
Y en este aspecto, F1 Manager siempre ha sabido ofrecer una serie de opciones que hacen del modo trayectoria una apasionante manera de vivir la Formula 1. Se vive de una forma distinta a los juegos de Codemasters, aunque en cierto modo vemos que la experiencia de Codemasters sigue siendo importante para dar opciones que le harían sentir muy bien a F1 Manager. Y la gran novedad de esta edición es una novedad que parecía ilógico que no estuviera en su primer título. Han tardado dos juegos más en hacer llegar la opción de crear un equipo, haciéndolo de una forma bastante interesante.
No se trata de gestionar opciones de dificultad, sino escenarios que nos exponen diferentes maneras de afrontar la creación de una nueva escudería para el campeonato. Con una primera opción bastante libre, después de eso podemos empezar siendo los que cogemos el testigo de una antigua escudería o una empresa puntera en tecnología y dinero. Cada situación nos dará ventajas, pero también aportará exigencias que habrá que gestionar desde el primer año. Y una vez que elegimos ese inicio, tenemos un camino entero que recorrer con decisiones complicadas como fichar pilotos y personal, o como logos y elementos de diseño que identifiquen nuestra escudería.
La creación de una escudería habilita escenarios y nuevas opciones para hacer más propia la experiencia del juego.
A partir de ese punto, volvemos a las mismas pantallas y situaciones que si optamos por un equipo oficial en el modo trayectoria convencional. Tendremos que lidiar con un complejo y detallado menú que nos expone todo tipo de gestiones. Desde el coche, los pilotos, el personal de los diferentes departamentos de desarrollo, ingeniería o muro de boxes, todo importa. De hecho, en este punto es donde comenzamos a comprobar que a Frontier le puede quedar un largo trabajo por delante para que el juego se siente diferente al primero. Y no olvidemos que F1 Manager 23 dejó un sabor agridulce por su falta de evolución, que podríamos decir que se repite en esta ocasión.
Ganar en una competición dominada por un toro alocado
Todos los juegos de la F1 llevan años señalando al mismo rival para ser superado. El auténtico desafío, aunque esta temporada no parece ser tan dominante, es superar a Red Bull. Ya sea con nuestro propio equipo, como con una escudería oficial, el trabajo del gestor pasa por la fase de desarrollo del coche, además de gestionar al personal y pilotos así como la economía. Se han ajustado algunos parámetros para que este equilibrio sea más complicado de llevar, donde el ánimo no sólo viene dado por los resultados. Existen más interacciones que gestionar, sobre todo para con el patrocinio y las situaciones comprometidas derivadas de los diferentes departamentos.
No obstante, en líneas generales, aquellos que vengan de alguno de los juegos previos, van a familiarizarse desde el primer minuto con la interfaz, las opciones y los tutoriales. Pero si que hay algunos aspectos que han sido rediseñados para enfatizar en nuevos aspectos que cuidar a lo largo de la temporada. Ahora resultará mucho más complicado gestionar al personal al tener que atender algo tan subjetivo como es la moral. Aunque no se puede decir que sea algo complicado de entender, es una gestión que puede traernos de cabeza en algunas circunstancias.
La Formula 1 es cara, y tenemos que gestionar mucho los ingresos por patrocinadores, siendo algo que afectará a nuestra infraestructura
Pero para eso somos los gestores del equipo, y para eso tenemos que saber reaccionar a tiempo o permitir que el tiempo zanje algunas cuestiones. Ahora bien, nos podemos encontrar, por ejemplo en el caso de Ferrari, que estaremos con Carlos Sainz, sabiendo que ese será su último año en el equipo por que llega Hamilton. Un handicap que estará ahí para agravar cualquier contratiempo que pueda afectar a la moral del piloto. Y junto a los pilotos, también hay que saber gestionar la moral del resto de integrantes de la escudería. Un aspecto que puede ser, como hemos comentado, algo subjetivo cara a justificar un rendimiento óptimo o por debajo de lo esperado para los integrantes del equipo.
Y ahí está cómo puede afectar a tiempos, desde el departamento de ingeniería y diseño, como al equipo de boxes, cuando planteamos su calendario de actividades. Un calendario que mejorará sus aptitudes, pero puede condicionar el tiempo que tardan en hacer la parada en boxes, lastrando una estrategia que estuviera dirigida al éxito en carrera. Y en este aspecto, tenemos que saber gestionar los pilotos reserva, o las estrellas del futuro que tendremos a nuestra disposición desde otras competiciones. Caso de Poniendo como ejemplo nuevamente a Ferrari, tiene hasta 6 pilotos ajenos a la Formula 1 involucrados en el equipo. Ahora, además, contaremos con pilotos de la Formula Academy, dando la oportunidad de hacer pilotar a una mujer en la Formula 1.
La pasión de la velocidad, desde el muro
Y llegado el momento de la acción, nos encontramos con un viejo conocido renovado en sus bases. En cierto modo, esta parte del juego apenas ha cambiado, por que la mayor parte de los cambios se atienden en los aspectos que harán que el rendimiento en carrera se vea alterado. Pero a nivel de jugabilidad, la gestión de la carrera tiene las mismas bases, mismas pantallas y mismos conceptos, que no han evolucionado desde el primer juego. Para bien o para mal, la única novedad que se incluiría sería la llegada del formato de carreras Sprint, que sirve a modo de desafío para que los jugadores tengan diferentes requisitos a la hora de plantear su estrategia.
Lo cierto es que, en este apartado, F1 Manager consiguió una buena interfaz y buenas mecánicas que permiten disfrutar de cada carrera. Mucha información que el jugador puede emplear para evaluar cada circunstancia de carrera, gestionando los coches en cada sesión del fin de semana. Sabemos bien que hay que hacer que los pilotos se aprendan el circuito y se adapten al coche, en las diferentes sesiones de entrenamiento, cara a optimizar su rendimiento en carrera. Los más afines a evaluar rendimientos, tendrán toda la información sobre los tiempos por vuelta, el rendimiento de cada coche con cada neumático y la evolución de la pista.
La interfaz, aunque sea la de siempre, ofrece una cantidad ingente de información para analizar la carrera stint por stint
Y aquí podríamos tener un primer conflicto, que es que todo está exactamente igual que siempre. Más que porque haya opciones de mejorar esta interfaz, el problema puede estar en la percepción de que seguimos jugando al mismo juego. Incluso si habéis saltado la edición de 2023, la sensación de que estamos jugando a un juego pasado aparece sin remedio. No obstante, aunque la sensación aparezca, no podemos negar que puede ser mejor no cambiar nada si funciona. Y lo cierto es que esta parte de F1 Manager funcionaba perfectamente.
Lo malo es que, en algunas ocasiones, podemos ver que ciertos aspectos siguen desbalanceados. Pero es que es algo que puede que se escape a nuestro control. A diferencia de aquellos juegos donde somos nosotros quienes pilotamos, nuestras decisiones durante las carreras pueden no tener el efecto esperado. Y es ahí donde todas esas variables de la gestión del equipo pueden estar afectando al piloto. Si que es algo que da algún que otro conflicto en pista, algunos de los cuales pueden ser dependientes de actualizaciones y otros, precisamente por haber actualizado algunos aspectos técnicos del juego.
Cambios sutiles para el mismo Circo
Hemos comentado que la estructura de los menús de gestión son muy similares a los vistos en los juegos anteriores. Lo cierto es que pueden tener un diseño algo más cuidado, ya que en los anteriores primaba la funcionalidad. No obstante, la sensación de que el juego está estancado en su apartado técnico es más que evidente atendiendo las carreras y los modelados de los pilotos. Sabemos bien que, cuando se recrea una competición real, nos gusta ver a las estrellas lo más parecido a la realidad. Y en F1 Manager se ha podido disfrutar de una experiencia que, en determinadas capturas, daba el pego como si fuese una retransmisión real. No obstante, en movimiento todo ese aparente realismo se quedaba un poco trabado.
Se ha intentado trabajar en un comportamiento más natural en pista, y en ciertos aspectos sí que parecen haber logrado una mayor fluidez de las animaciones. No obstante, no llegan a quitarse ese efecto extraño a la hora de que los pilotos hagan ciertas maniobras, hasta el punto de que en ocasiones se dan circunstancias un tanto extravagantes. Es decir, que si se ha conseguido dar cierta naturalidad al comportamiento, en una carrera pueden suceder muchas cosas que, si antes estaba controlado, ahora puede no estarlo. De hecho, en algunas circunstancias vemos conductas que se tacharían de peligrosas y que, para el estratega que mira desde el muro el transcurso de la carrera, resultan hasta frustrantes. ¿Qué es eso de que un coche se quede parado en pista en lugar de buscar adelantar? Pues se dan circunstancias de carrera muy peculiares, que pueden ser espectaculares, graciosas o frustrantes, pero tal como sucede en la vida real, algunas maniobras nos llevarán a clamar al cielo sanciones. Pero esa opción todavía no ha llegado.
En líneas generales, el juego no ha progresado nada en el apartado técnico, siendo suficiente pero decepcionando un poco
En el fondo, sabemos bien que si lo comparamos con los pocos juegos de este perfil que hay disponibles, el trabajo de recreación de la competición es realmente sobresaliente. Ahora bien, no podemos ser demasiado indulgentes con un juego que, pese a ser de gestión, debería cuidar más el apartado técnico dadas las circunstancias.
Escenas como el podio, quedan realmente ridículas si hablamos de un juego que llega a Xbox Series X, incluso en los PC más potentes. No se han querido meter, posiblemente, en todo lo que eso conlleva. Pero tras tres juegos debería haberse notado cierta evolución para que no pareciese que reciclan una y otra vez un motor gráfico que tiene ya demasiado desfase encima.
Estancándose en plena evolución
Es por esto que, en cierto modo, cuando nos adentramos en la temporada, nos podemos sentir como si no estuviésemos jugando a un juego diferente al primero. Y es el tercero que sale de esta saga que nos tiene enganchados a los que nos encanta sentarnos en el sofá cada fin de semana y jugar a ser estrategas en las competiciones reales. Porque a veces, nos gusta sentirnos algo más que ese piloto que se sienta en el cockpit para ser Fernando Alonso y superar a los rivales en pista, y nos gusta ser esa figura del estratega o el ingeniero que permite que ese piloto gane carreras.
Pero del mismo modo, vemos en el modelo de Codemasters un intento de acercarse mucho más a las nuevas tendencias. A esas gestiones que, aunque se introducen de forma superficial, podrían quedar igual de bien en F1 Manager. No vamos a dejar pasar la oportunidad de señalar, en este análisis de F1 Manager 24, las cosas que deberían mejorar y dar la oportunidad de tomar alguna idea para que el próximo juego se sienta renovado en muchos más aspectos. No es solo evaluar, parte de la crítica debe ser la que permite observar e imaginar cómo podría sentirse un juego mejor.
Y aquí hay muchas opciones deseables, como la de crear un equipo propio. La gestión de los pilotos, de los fichajes, no debería ser tan aséptica y artificial. Unos menús, unas interacciones que parecen no trascender a medios como, la prensa o las redes sociales. Aspectos del siglo XXI, que deberían considerarse como parte de la estrategia, la gestión y la interacción para enriquecer cada turno. Los pilotos modernos, las escuderías modernas, se apoyan en las tecnologías para integrar a seguidores. Ese mercado de especulaciones de MotoGP, las interacciones por redes sociales para dar cuenta de los movimientos de una competición que tiene una revolución a la vista en el futuro.
Gestionar la escudería no es solo para el presente, también hay que mirar al futuro y hay muchos pilotos jóvenes con proyección en los afiliados
Incluso, se ha sugerido en muchas ocasiones la opción de incluir un modo multijugador. Aunque sabemos que eso sería un problema en muchos aspectos, como puede ser la gestión de la velocidad de la carrera. Se podría eternizar mucho de tener que correr al mismo ritmo todos, porque las gestiones se pueden llevar de maneras muy distintas por parte de cada jugador. Pero no deja de ser un sueño que, no ponemos en duda, Frontier estará revisando cómo gestionar para poder usarlo como una opción de juego que podamos disfrutar con nuestros amigos.
Del mismo modo, se podría plantear una gestión desde lo más básico, porque crear un equipo muchas veces no es cuestión de llegar directamente a la Formula 1. Del mismo modo, vemos que la integración de la Formula Academy es testimonial, ya que siquiera aparece la competición en las que se están disputando durante la partida, cuesta mucho encontrar a las pilotos para negociar con ellas. Es cierto que, como consecuencia de la limitación de la licencia, no se pueda abarcar todo lo demás, habiendo perdido a pilotos como Alex Palou, entre los candidatos que estaban presentes en la pasada edición. Pero esa clase de cosas se entienden como parte de los límites de una licencia, tanto para bien como para mal.
En torno a las carreras, como hemos sugerido, hay muchas interacciones que deberíamos de poder hacer desde el muro para con los pilotos. Calmarlos, animarlos e incluso, que ante determinadas situaciones de carreras se pueda solicitar la revisión de un adelantamiento o una colisión que pueda acarrear algún tipo de sanción al piloto infractor. Y es que, si bien hay un sistema de sanciones, sólo se aplica si hay un incidente grave de carrera, no por echar a un piloto de pista.
Técnicamente el juego debería haber considerado mejorar un poco en algunas secuencias, si bien no parece ser una prioridad, es un problema habitual en los juegos deportivos
Una sensación de deja-vu
Llevamos años en los que la propia competición nos puede parecer un pequeño deja-vu. Parece complicado ver interés en ese tipo de competición con un líder nato que casi es favorito sin haber dado una vuelta de una nueva temporada. No obstante, se podía esperar un cambio un poco más radical en un juego que, desde su primera edición, tenía un montón de opciones.
F1 Manager 24 se nota como un juego que sigue dando pequeños pasitos hacia delante, pero puede que el tipo de juego, nos haga pensar que estos pasos deberían ser mayores. No es algo que afecte en exclusiva a un apartado técnico que podría pulirse un poco dado el corte del juego. Es posible que, sin contar las cinemáticas, la naturalidad de las carreras esté más centrada en el comportamiento que en el apartado gráfico. Un comportamiento que progresa muy lentamente y que sigue dando ciertas situaciones que no son comprensibles.
Dejando el apartado técnico monótono que nos puede dar la sensación de que estamos jugando al juego anterior, lo importante es el desafío que supone la adición de nuevas características. La más importante, sin lugar a dudas, es la que nos permite tener nuestra propia escudería. Dos coches más y un desafío ingente por superar a Red Bull, aunque puede que ese líder no sea el auténtico rival. Esta gestión se amplia con nuevos aspectos que pueden requerir de muchas más paciencia y precisión con cada decisión que se toma. Una gestión completa, desde las personas hasta la empresa, el coche y su evolución.
Siempre habrá sugerencias, hay evolución y notamos ciertas mejoras. Pero la sensación general de F1 Manager 24 es que el juego no evoluciona para una competición tan exigente
F1 Manager 24 ha respondido a una cuenta pendiente con la comunidad. Pero solo una de tantas que podríamos estar pensando que son necesarias desde el primer juego. Además, cuenta con una comunidad que sugiere cosas muy interesantes y la aportación que otros juegos, como MotoGP o EA Sports F1, pueden estar ofreciendo para dinamizar un poco toda esa parte de la gestión. Gestionar pilotos, o redes sociales, interacciones con la FIA y aspectos que podrían hacer que el juego fuese más realista, preciso y no por ello más complejo.
Podemos sentir que el juego está renovado y que se siguen dando pasos hacia delante a una propuesta que no tiene competencia directa. La licencia de la Formula 1 tiene mucho peso, y es algo que se puede notar en este análisis de F1 Manager 24. La falta de presión y que la licencia llama a muchos fans que quieren hacer algo más que mirar una carrera y lanzar teorías sobre estrategias y rendimientos. Una manera de afrontar esos conocimientos en una propuesta que os puede demostrar si vuestras teorías están en lo cierto o no.
