El Gobierno andaluz ha movido ficha ante el acoso del Ejecutivo central a la asignatura de Religión para que todos los centros públicos de enseñanza de infantil aumenten el horario de esta a 90 minutos semanales a partir del próximo curso.
Hasta ahora, los centros podían decidir el tiempo que dedicarían a esta materia, siendo el mínimo 45 minutos. La Consejería de Educación andaluza ha apreciado establecer un «marco común» entre infantil y primaria para fijar dicha normativa, en acuerdo a una ley ministerial que determina que Religión debe gozar de proporcionalidad al horario aplicado entre ambos ciclos.
En Andalucía, el 70 % de los centros de infantil ya impartían esos 90 minutos, por lo que la medida afectará al 30 % restante que hasta ahora, y en virtud a su autonomía pedagógica, ofrecía el mínimo exigible por ley.
Crece la cifra de alumnos de Religión
En España, más de la mitad de los alumnos de Educación Infantil, Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato se inscribió este curso en la asignatura de Religión. En concreto, esta cifra asciende a un 56,06 % de los estudiantes, un 0,6 % más que el año pasado, según datos ofrecidos por la Conferencia Episcopal Española (CEE).
«Si se tiene en cuenta el alumnado en general, preocupa el descenso en educación infantil por razones demográficas que, lógicamente alcanza ya a la escuela. Este año, en este nivel, ha habido 80.000 alumnos menos», han apuntado desde la Conferencia Episcopal.
El porcentaje de alumnos en Infantil inscritos fue del 56,92 %, en Primaria del 59,32 %, en Educación Secundaria Obligatoria del 55,1 % y en Bachillerato del 43,75 %. En total, se inscribieron en la Religión 2.928.394 alumnos.
Estos datos contrastan drásticamente con el continuo maltrato que sufre la asignatura de Religión por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. A raíz de la implantación de la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (Lomloe), esta materia quedó relegada a una asignatura de tercera, con importancia mínima y con un horario lectivo completamente reducido.
Recientemente, el Observatorio de la Religión en la Escuela publicó un informe con datos demoledores que revela que la mayoría de los profesores de Religión estima que la conocida como Ley Celaá ha supuesto mayores dificultades para la enseñanza de la religión en las escuelas. Esta tendencia se mantiene en todas las comunidades autónomas, aunque en Cantabria, Galicia y Extremadura esa mayoría supera el 80 %.
El estudio refleja diferencias significativas entre la titularidad de los centros, siendo los más críticos con la aplicación de la Lomloe al sistema educativo en general, y a la asignatura de Religión en particular, los profesores de centros públicos.
Como consecuencia de esta norma educativa se rechazó la alternativa de mantener al menos el horario mínimo de la LOE, ley a la que la Lomloe da continuidad, ya que «se limitó al mínimo la carga lectiva en un ámbito tan decisivo para la educación de la persona», denunció la Conferencia Episcopal cuando la norma entró en vigor.