Luego del fracaso de la adquisición por parte de Spirit Airlines, la aerolínea se alista para finalizar las rutas desde el 13 de junio
Ciudades de América Latina en las que JetBlue tiene operación hasta Estados Unidos, y algunas rutas dentro de ese mismo país, ese será el recorte que la empresa decidió desde finales del primer semestre. La decisión se da luego de no haber concretado la adquisición de parte de Spirit Airlines.
JetBlue Airways envió un comunicado a sus trabajadores en los que notificó que eliminará rutas no rentables en California y Florida y abandonará el servicio a varias ciudades de América del Sur, una revisión radical de su red mientras la aerolínea busca reducir costos después de que el Gobierno de EE.UU. bloqueara dos veces sus intentos de crecimiento.
Además de las rutas nacionales, JetBlue finalizará su servicio en Bogotá, Lima y Quito, Ecuador, el 13 de junio. Según explicaron, no estaban dando los resultados esperados y ya se aprobó la terminación de los espacios y permisos aprobados en Colombia, Perú y Ecuador.
“Estos mercados no son rentables y nuestro tiempo de vuelo se puede aprovechar mejor en otros lugares”, afirmó Dave Jehn, vicepresidente de planificación de redes y asociaciones con aerolíneas. También se retirará de Kansas City, Missouri, y cortará rutas en junio entre Nueva York y Detroit.
La aerolínea planea recortar casi un tercio de sus vuelos desde el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles en junio, incluidas las rutas a Las Vegas, Miami y San Francisco. También se eliminarán los vuelos entre Fort Lauderdale, Florida, y ciudades como Atlanta, Nueva Orleans y Salt Lake City.
“Con menos tiempo de vuelo disponible y la necesidad de mejorar nuestro desempeño financiero, más que nunca, cada ruta tiene que ganarse su derecho a permanecer en la red”, dijo en la carta Jehn. “Es más importante que nunca que seamos quirúrgicos en todas las rutas de nuestra red”.
Resultado de los problemas de adquisición
JetBlue está volviendo su atención hacia adentro de EE.UU. después de tres años de batallas legales fallidas para salvar una sociedad operativa con American Airlines en el noreste de Estados Unidos y luego de intentar rescatar su adquisición por parte de Spirit Airlines. La directora ejecutiva de JetBlue, Joanna Geraghty, ha dicho que su máxima prioridad es un retorno a ganancias consistentes, que la aerolínea no ha tenido desde 2019.
Los cambios son los más significativos hasta ahora para JetBlue desde que el inversionista activista Carl Icahn reveló en febrero una participación de aproximadamente 10% y comenzó a presionar para aumentar el valor para los accionistas. Desde entonces, la empresa ha concedido a su empresa de inversión dos puestos en el consejo de administración.
Reveses legales
Los tribunales federales bloquearon tanto la iniciativa de Northeast Alliance con American como la compra de Spirit por valor de US$3.800 millones, alegando que perjudicaban a los consumidores y violaban las leyes antimonopolio. Las derrotas, que reflejan la oposición de la administración Biden a la consolidación en algunas industrias, relegaron efectivamente a JetBlue a un estatus de segundo nivel entre las aerolíneas estadounidenses con pocas opciones para competir ampliamente con empresas como Delta Air Lines y United Airlines Holdings.
La inmovilización forzosa de algunos de sus aviones también está limitando el crecimiento. JetBlue ha dicho que espera que un promedio de 11 aviones estén fuera de servicio durante todo el año debido a un defecto de fabricación en los motores fabricados por la unidad Pratt & Whitney de RTX Corp., alcanzando un máximo de 13 a 15 aviones estacionados a finales de 2024.
