Promocionar el aborto era al menos tan prioritario para USAID como dar de comer o la construcción de infraestructuras básicas en los países en desarrollo con Joe Biden en la Casa Blanca. Así se desprende del análisis del empleo de los fondos de la agencia, que, sólo en 2022, gastó más de 607 millones de dólares en proyectos relacionados con la salud reproductiva en todo el mundo.
La Administración Biden financió generosamente los programas de planificación familiar y salud reproductiva de USAID durante su mandato para hacer llegar sus políticas abortistas a todo el planeta. Sólo en 2022, la agencia presupuestó 607,5 millones de dólares con estos fines, siendo los países africanos los mayores destinatarios de este dinero a través de financiación de programas u organizaciones abortistas.
Biden y Obama, pioneros en el uso de los fondos de ayuda exterior para financiar abortos
No es algo que hiciera a escondidas. Tan pronto como llegó a la Casa Blanca, Biden derogó la “Regla de la Ciudad de México” de Ronald Reagan que prohibía que un sólo dólar de la ayuda exterior estadounidense fuera a manos de organizaciones no gubernamentales que promocionan el aborto o prestan servicios abortistas. Biden fue el segundo presidente en cancelar esta norma. El primero fue Barack Obama, y Trump la restituyó durante su primer mandato.
Troy Newman, presidente de Operación Rescate, una organización sin ánimo de lucro que lucha en defensa de la vida, celebró la defunción de la agencia, a la que señaló como uno de los mayores promotores del aborto en los países en desarrollo:
“Durante muchos años, USAID formó parte del criminal Cártel del Aborto, promoviendo el asesinato de bebés inocentes en el vientre materno y coaccionando a las naciones en desarrollo para que aceptaran el aborto. Gracias al presidente Trump, ese sangriento reino del terror infligido al mundo por la Administración Biden ha llegado a su fin. Pedimos al presidente Trump y al secretario de Estado Rubio que tomen medidas para garantizar que el dinero de nuestros impuestos no vuelva a utilizarse para matar bebés en el vientre materno”.
El “secuestro” de programas de lucha contra el SIDA para promocionar el aborto
la Administración Biden no tuvo reparo en desfinanciar otros proyectos que habían demostrado su eficacia para llenar las arcas de organizaciones abortistas. Por ejemplo, el representante por New Jersey Chris Smith denunció que el expresidente “secuestró” en 2023 un programa de ayuda contra el sida para impulsar una agenda abortista internacional.
Smith se refería a PEPFAR, un programa de financiación de proyectos para la lucha contra el SIDA dentro de USAID. En 2023 ya había repartido unos 100.000 millones de dólares a combatir el virus por todo el mundo, y se estimaba que había contribuido a salvar 25 millones de vidas y a prever millones de nuevas infecciones.
Con la llegada de los demócratas a la Casa Blanca en 2021, Smith denunció que dos grupos, Population Services International (PSI) y Village Reach, recibieron 96,5 y 10,1 millones de dólares, respectivamente, del PEPFAR. Ambos grupos son claros promotores del aborto.
Las pesquisas de Smith le llevaron a ver que Village Reach utilizó fondos del PEPFAR “para promover el aborto en Malawi y presionar por cambios en las leyes provida”. Esta misma organización” también ayudó a Malawi a establecer una línea directa financiada por el gobierno que incluía proporcionar información y referencias para la “salud sexual y reproductiva, es decir, el aborto.”
Un tercer grupo, Pathfinder International, recibió 5 millones de dólares de los fondos del PEPFAR de 2021 a 2023. Según Smith, esta organización “presiona para debilitar o eliminar las leyes provida en naciones de todo el mundo” y es “explícito en su promoción del aborto en otros países, afirmando que está “comprometido a expandir el acceso al aborto seguro.”