Todas las miradas estaban puestas el martes en el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la Asamblea General de la ONU, donde su homólogo estadounidense, Joe Biden, pidió a todos los países que “planten cara a la agresión rusa”.
“Rusia cree que el mundo se aburrirá y dejará que maltrate a Ucrania sin consecuencias”, dijo Joe Biden.
“Si permitimos que Ucrania sea desmembrada, ¿sigue estando garantizada la independencia de las naciones? La respuesta es no”, insistió, ante los aplausos del presidente ucraniano y del público.
Hace un año, Volodymyr Zelensky fue excepcionalmente autorizado a hablar a través de un mensaje de vídeo.
Esta vez, está aquí en persona, para esta gran misa anual, donde hablará el martes a mediodía, antes de participar el miércoles en una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad y partir hacia Washington, donde será recibido el jueves en la Casa Blanca.
“Para nosotros es muy importante que nuestras palabras, todos nuestros mensajes, sean escuchados por nuestros socios”, dijo el lunes al reunirse con soldados ucranianos heridos en el frente en un hospital de Nueva York.
“Ucrania presentará una propuesta concreta a los Estados miembros de la ONU sobre cómo fortalecer el principio de integridad territorial y mejorar la capacidad de la ONU para frustrar y detener la agresión”, dijo en X (antes Twitter).

“Diálogo”
Desde la invasión rusa, una abrumadora mayoría de países de la Asamblea General de la ONU ha adoptado varias resoluciones de apoyo a Ucrania y su integridad territorial o pidiendo la retirada rusa.
Pero tras año y medio de guerra y su impacto en cascada en el mundo, sobre todo en la seguridad alimentaria, algunos países del sur piden una solución diplomática.
“Soy consciente de que para algunos dirigentes es importante encontrar una solución pacífica”, señaló el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Pero “para que esta paz sea duradera, debe respetar los principios” de la ONU, advirtió.
En este contexto, estaba previsto que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tomara la palabra desde el podio.
“La guerra en Ucrania pone de manifiesto nuestra incapacidad colectiva para aplicar los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”, declaró. Pero “ninguna solución será duradera si no se basa en el diálogo”, añadió el dirigente brasileño, que tiene previsto reunirse el miércoles con Volodymyr Zelensky.
A diferencia de varias potencias occidentales, Brasil nunca ha impuesto sanciones financieras a Rusia ni ha aceptado suministrar armas a Kiev, y el país intenta posicionarse, al igual que China, como mediador.
Moscú, por su parte, expresó su confianza en el apoyo de Pekín, subrayando las posiciones “similares” de las dos capitales respecto a Estados Unidos y el conflicto ucraniano, tras un intercambio entre el jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, y su homólogo chino, Wang Yi.

“Nuevas grietas”
En su discurso de apertura, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pintó un sombrío panorama de un “mundo al revés”, en el que las tensiones geopolíticas “empeoran” y el calentamiento global “compromete nuestro futuro de forma más directa”.
Un símbolo de esta “compilación” de crisis fueron las inundaciones de Derna (Libia), “una triste instantánea del estado de nuestro mundo, arrastrado por el torrente de la desigualdad y la injusticia, y paralizado por los desafíos a los que nos enfrentamos”, lamentó.
Los miles de personas que perdieron la vida “eran víctimas de muchos flagelos. Víctimas de años de conflicto. Víctimas del caos climático. Víctimas de líderes que, allí y en otros lugares, no han sabido encontrar el camino de la paz”.
Antes de la Asamblea General del lunes, los países en desarrollo recordaron al resto del mundo sus promesas de mejorar la suerte de la humanidad de aquí a 2030, insistiendo en particular en una reforma de la arquitectura financiera internacional.

Una petición reiterada por Antonio Guterres, que ve en ella una de las razones de la fragmentación del mundo.
“Hoy vemos cómo se abren nuevas grietas en el mundo. El imperialismo está mostrando su repugnante rostro”, comentó el lunes el canciller alemán, Olaf Scholz.
Aparte de Estados Unidos, ningún otro miembro permanente del Consejo de Seguridad (Francia, Reino Unido, China y Rusia) estará representado al más alto nivel en esta reunión anual.
Sin embargo, el presidente iraní, Ebrahim Raissi, tomará la palabra el martes, cuando su país y Estados Unidos lleven a cabo un raro intercambio de prisioneros, en virtud de un acuerdo que incluye la transferencia a Teherán de 6.000 millones de dólares en fondos congelados.