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Si bien la retórica sobre inmigración en la convención de esta semana coincide con la visión aislacionista del expresidente Trump, también se ha vuelto más oscura y conspirativa.
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El expresidente Donald Trump y los republicanos concuerdan en el tema de la inmigración, una prueba más de que ya cimentó su dominio sobre el partido en la tercera ocasión que postula para ocupar la Casa Blanca.
En la Convención Nacional Republicana celebrada en Milwaukee esta semana, la retórica y la plataforma del partido concuerdan en su visión de aislacionismo y seguridad fronteriza, al igual que con su desconfianza hacia las personas que cruzan la línea divisoria de más de 3000 kilómetros entre México y Estados Unidos, como ha sido desde la primera ocasión en que se postuló a la presidencia en 2016. Eso sí, los ataques ahora son más desagradables y el lenguaje más conspiratorio.
Estas son cuatro conclusiones de la convención en el tema de migración.
Las conspiraciones de Trump sobre los inmigrantes y el voto ilegal se han generalizado entre los republicanos.
En paneles y discursos durante la convención, las falsedades sobre la votación de personas que no son ciudadanos han sido más dominantes y ahora son fundamentales para la mentira de Trump de que le robaron las elecciones presidenciales de 2020.
Mark Morgan, quien fue uno de los principales colaboradores de Trump en el tema de inmigración, sostuvo sin aportar prueba alguna que los demócratas alentaban la inmigración ilegal por razones políticas, para atraer más gente a su partido. Kari Lake, discípula de Trump y nominada republicana para el Senado de Arizona, acusó falsamente a su opositor demócrata de votar “a favor de permitirles a millones de personas que invadieron nuestro país ilegalmente depositar su voto en las urnas en las próximas elecciones”.
El senador Ted Cruz de Texas señaló que a los demócratas “les importa el voto de los ilegales más que proteger a nuestros niños”. Rick Scott, senador por Florida compartió que tuvo una pesadilla, según dijo, en la que “Biden y los demócratas traían a tantos ilegales” a Estados Unidos que “era muy fácil para los demócratas amañar las elecciones”.
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