Los demócratas, que gozan de una precaria mayoría de un voto en la Cámara Alta por su alianza con los tres senadores independientes, lucen más vulnerables este ciclo electoral y podrían perder hasta cinco escaños, lo que le daría el control a los republicanos.
En las elecciones de noviembre, los demócratas defienden 23 escaños en el Senado, incluidos dos ocupados por independientes que forman parte de su bancada. Eso se compara con sólo 11 escaños que los republicanos ponen en juego y que confían en que mantendrán en su poder.
Estos son los estados a observar para saber quién controlará el Senado a partir de 2025:
Virginia Occidental
Con el anuncio de su retiro del cargo, Manchin prácticamente decretó el paso de su puesto en el Senado al Partido Republicano. En 2010, Manchin ocupó el escaño de Robert Byrd y en 2018 ganó su reelección con 50% de los votos, menos que el 61% que obtuvo en 2012. Virginia Occidental es un estado conservador.
De hecho, el propio Manchin se ha descrito como un “demócrata conservador” y se ha opuesto a ciertas políticas de su partido, como cuando forzó a una redimensión de los paquetes de ley que proponía el presidente Joe Biden.
Ambos partidos tienen sus primarias estatales el 14 de mayo. Los demócratas escogerán entre tres candidatos y los republicanos entre siete. Los republicanos tienen una ventaja adicional porque los dos principales aspirantes son el exgobernador Jim Justice y el representante Alexander Mooney, ambos caras conocidas en el estado.
Ohio
El demócrata Sherrod Brown buscará seguir en el cargo que detenta desde 2007 en lo que muchos analistas consideran las elecciones con el clima más adverso con las que se ha topado.
Ohio ha votado republicano desde 2012 y se espera que este año Donald Trump triunfe de nuevo, pero es la baja popularidad de Biden lo que más puede jugarle en contra de su plan de obtener un cuarto período en el Senado.
De hecho, durante las primarias republicanas, grupos cercanos a Brown promovieron la candidatura de Moreno por encima de las opciones más moderadas que, consideraban, habrían sido más difíciles de enfrentar al senador demócrata.
Arizona
La pelea en noviembre será entre Gallego y Kari Lake, una expresentadora de televisión que se ha convertido en una de las mayores promotoras de las falsedades de fraude electoral del expresidente Trump tras perder ella las elecciones a la gobernación del 2022.
El talante centrista de Sinema atraía muchos votantes republicanos, por lo que se asume que su salida de la competencia puede beneficiar a Lake, más que a Gallego.
Pennsylvania
El demócrata Bob Casey luce en buena posición para mantener el escaño que ocupa desde 2007 ante su retador republicano, David McCormick, a quien le lleva un cómodo margen en las encuestas.
McCormick, exdirector de un fondo de cobertura, se postuló para el Senado en 2022 pero perdió la nominación republicana ante el Dr. Mehmet Oz, quien a su vez perdió ante el demócrata John Fetterman.
En este estado, Trump marcha por delante de Biden (quien ganó aquí en 2020) y, sin embargo, el mayor reconocimiento del que goza Casey y que el 30% de los encuestados dice no haber escuchado de McCormick pueden ser factores que ayuden al demócrata a mantener el puesto.
Wisconsin
Por primera vez en más de una década desde que ganó el escaño, la senadora demócrata Tammy Baldwin se enfrenta a un contendor que pone en peligro su permanencia en el cargo.
El empresario Eric Hovde, cuyos negocios incluyen una empresa de desarrollo inmobiliario fundada por su abuelo en 1933 y tres empresas bancarias, tiene la capacidad de financiar una agresiva campaña contra Baldwin.
Hovde tiene que imponerse en las primarias republicanas del 13 de agosto, para las que luce como el claro favorito. De acuerdo con algunas encuestas, Baldwin lleva tres puntos de ventaja sobre Hovde.
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