Hay un aminoácido que nos ayudará a dormir como un bebé, pero no sólo sirve para eso. También para tranquilizarnos y para fomentar nuestro aprendizaje. Se trata del triptófano. Éste se encuentra en muchos alimentos y lo que hace es sintetizar un neurotransmisor con muy buena prensa, la serotonina. Se dice, con razón, que este neurotransmisor contribuye a tener un sentimiento de felicidad y bienestar, pero su aportación es mucho más amplia: “Regula el apetito, el funcionamiento del sistema digestivo y juega un papel en la cognición, la memoria, el aprendizaje y el sueño”, destaca al técnica en nutrición y dietética Ana Luzón. Es más, “un déficit de ella conduce a muchos trastornos psiquiátricos”, añade.
Este neurotransmisor, explica esta experta, “se sintetiza a partir del triptófano, que es un aminoácido esencial, es decir, un componente de las proteínas que ha de ser aportado necesariamente a través de la alimentación”. Entre los alimentos especialmente ricos en triptófano (y que, por tanto, aumentan los niveles de serotonina) se encuentran los huevos; los lácteos, como la leche y el queso; la carne magra, como la de pollo y pavo; los frutos secos, como nueces y cacahuetes; el pescado; las legumbres, y ciertas frutas, como plátano, piña o aguacate. Para que se pueda absorber el triptófano por el cerebro, debe combinarse con carbohidratos.
“Un nivel incrementado de glucosa en sangre estimula la producción de insulina y ésta hace, a su vez, que las neuronas del cerebro sean receptivas al triptófano a partir del cual el cerebro crea la serotonina”, destaca esta técnica en dietética. En realidad, basta con incluir un kiwi en la cena o un poco de arroz o de pan integral, en función de cuáles seas tus necesidades energéticas.
Para sintetizar la serotonina, el organismo necesita además del triptófano, ácidos grasos esenciales omega 3, magnesio y zinc. Ana Luzón resalta quel las fuentes más ricas en omega 3 “son los peces de aguas frías, como el salmón; los pescados azules, como la sardina; las nueces, y el lino”. Y apunta también las fuentes más ricas en magnesio: el cacao, las legumbres, los frutos secos y los cereales, como trigo y arroz. Y, finalmente, las más ricas en zinc: carne, pescado, marisco, nueces, huevos, legumbres. Vamos, que hay mucha variedad de alimentos que nos ayudará a ser más felices.
