La industria de los videojuegos ha experimentado un crecimiento exponencial, especialmente desde la pandemia, convirtiéndose en una de las áreas de entretenimiento más relevantes a nivel global. Con la aparición de plataformas de streaming como Twitch, y la proliferación de los streamers, este sector enfrenta nuevos desafíos legales en cuanto a la propiedad intelectual.
Gian Carlo Celia, asociado del área de Propiedad Intelectual de Posse Herrera Ruiz, explicó el impacto que este fenómeno tiene en los derechos de autor. Destacó que los videojuegos han tomado un protagonismo que, a pesar de su crecimiento reciente, nunca fue anticipado por los tribunales, especialmente en lo que respecta al uso de marcas.
“Hace unos años, una persona encendía una cámara y se ponía a jugar videojuegos sin imaginar que, en el futuro, eso podría tener una actividad comercial tan grande”, señaló.
En este sentido, Celia añadió que el desarrollo de videojuegos involucra una mezcla de elementos artísticos como música, guiones y personajes, que están protegidos por derechos de autor. “Un videojuego es una obra creativa. No solo el código fuente, sino también los personajes, la música, los escenarios, todos estos elementos tienen una protección legal”, explicó.
Este crecimiento no solo ha sido en términos de popularidad, sino también en ingresos. Jóvenes emprendedores han logrado ganar grandes sumas de dinero transmitiendo sus partidas en vivo.
Estos streamers, quienes han logrado una gran cantidad de seguidores, se han convertido en figuras clave en el ecosistema de los videojuegos, generando una nueva forma de monetización en la industria. Sin embargo, la pregunta de si tienen los derechos para hacer uso comercial de estos juegos se mantiene vigente.
“Los creadores de los videojuegos deben asegurarse de que sus productos están adecuadamente licenciados, no solo para la protección del código, sino también para el uso de personajes o música de terceros”, señaló Celia.
El fenómeno del streaming ha creado un espacio ambiguo desde el punto de vista legal. Si bien en la mayoría de las ocasiones los streamers juegan de manera privada, sin infringir derechos, el uso comercial que algunos hacen de los videojuegos en plataformas como Twitch ha generado controversia.
“Cuando los jugadores transmiten en vivo para generar ingresos mediante donaciones o patrocinios, la pregunta es si están infringiendo los derechos de autor de los creadores del videojuego”, explicó Celia.
En algunos casos, los desarrolladores han otorgado licencias que permiten estos usos, pero en otros, el uso comercial de un juego sin la debida autorización podría estar vulnerando los derechos de los creadores.
Celia también mencionó que existen casos de ambush marketing en eventos deportivos, donde empresas que no tienen los derechos oficiales intentan beneficiarse de la visibilidad de un evento. Un ejemplo citado fue el caso de una cerveza alemana que intentó asociar su imagen al Mundial sin tener una licencia oficial, lo que generó conflictos con los patrocinadores oficiales.