Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. informaron que hubo un aumento significativo en casos de babesiosis en los estados del noreste de ese país en la última década. Las autoridades sanitarias explicaron que en Maine, New Hampshire y Vermont, lugares que no se consideraban con babesiosis endémica, se presentaron incidencias significativamente crecientes y recuentos de casos similares o superiores a los de los siete estados con transmisión endémica conocida. El padecimiento, que comúnmente es transmitido por las garrapatas, causa preocupación en los habitantes de esas regiones.
La babesiosis es una enfermedad parasitaria zoonótica emergente en los EE.UU., ocurre principalmente en el noreste y el medio oeste. Esta afección es causada por parásitos Babesia intraeritrocíticos, la mayoría de los casos son provocados por Babesia microti. Si bien esta infección se transmite por picaduras de garrapatas de patas negras, Ixodes scapularis, también se puede adquirir mediante transfusiones de sangre, trasplantes de órganos de donantes infectados o transmisión congénita (de madre a hijo).
Esta afección puede a su vez ocasionar varias enfermedades, algunas asintomáticas o leves, otras graves. En personas inmunodeprimidas o asplénicas podría haber consecuencias fatales. Una de las principales afecciones producida por este parásito es la anemia hemolítica, ya que los glóbulos rojos se infectan y son destruidos, lo cual podría causar la muerte, sobre todo en adultos mayores, informaron los CDC. Por su parte, el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) explicó que los infectados podrían desarrollar un síndrome similar al shock con insuficiencia renal, así como un edema pulmonar.
Muchas de las personas infectadas por Babesia no presentan ningún síntoma. Sin embargo, hay otras que desarrollan los similares a una gripe, tales como:
La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. detalla que actualmente se utiliza una combinación de cuatro fármacos para tratar la babesiosis humana: atovacuona, azitromicina, clindamicina y quinina.
La atovacuona se usa para tratar varias enfermedades humanas, incluida la neumonía; la azitromicina es un antibiótico de espectro relativamente amplio que combate numerosas infecciones bacterianas. La clindamicina es otro antibiótico que suele reutilizarse para el tratamiento de infecciones parasitarias. Por último, la quinina es un agente antipalúdico ampliamente utilizado, aunque este medicamento no suele ser tolerado de buena manera por los pacientes y tiende a reemplazarse por fármacos alternativos con menos efectos secundarios.
Las personas que residen en zonas de riesgo pueden tomar medidas preventivas, como evitar las áreas infestadas de garrapatas, especialmente durante los meses cálidos. En caso de no poder limitar la asistencia a estas zonas, se deberán tomar varias acciones de protección durante las actividades al aire libre, como:
En caso de que una garrapata se adhiera a la piel, deberá retirarse lo antes posible para evitar la enfermedad. Por lo regular, transmiten la babesiosis luego de permanecer de 36 a 48 horas en una persona.
LA NACION