El equipo de Biden anunció un “nuevo enfoque” para tratar de conquistar Florida, un desafío significativo si sopesamos el ‘dominio’ que Trump tiene aquí. El magnate no solo vive en territorio floridano, en su mansión de Mar-a-Lago, en Palm Beach, sino que también cuenta con un amplio respaldo político, a lo que se suma un incremento del registro electoral a favor del Partido Republicano.
Aun así, la jefa de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez, reveló en días recientes una serie de planes de inyección de capital en Florida, tras señalar su “importancia estratégica” para asegurar los necesarios 270 votos electorales para ser presidente. El estado del sureste de la nación representa 29 de esos votos en el Colegio Electoral.
A pesar de la victoria de Trump en Florida en los comicios de 2020, Chávez Rodríguez dijo que confía en la “capacidad” de Biden para revertir esa superioridad, al tiempo que destacó las que llamó “deficiencias de la campaña de Trump y sus vulnerabilidades”.
La campaña de Biden implementa un enfoque específico en el electorado hispano, crucial en Florida debido a su significativa población cubana, colombiana y puertorriqueña, entre otras nacionalidades. Por tanto, ha asignado recursos considerables para publicidad, con inversiones que oscilan entre los 25 millones y los 30 millones de dólares en diferentes etapas.
Posibilidades remotas
El exalcalde de Miami-Dade y analista político demócrata Álex Penelas cree que son “remotas” las posibilidades de que Biden gane Florida, aunque con las inversiones anunciadas, y el tema del aborto en la boleta electoral “podría haber algún chance”, según dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS.
Este controvertido asunto que señala el analista guarda relación con la enmienda constitucional para la eventual aprobación del aborto en Florida, que será sometida a consideración de los electores en los comicios del 5 de noviembre, una iniciativa cuyo mayor impulso sobreviene de grupos apoyados por el Partido Demócrata.
“Los demócratas van a votar abrumadoramente a favor del aborto, y eso puede beneficiar a Biden. La cuestión aquí es que salga un mayor número de votantes a las urnas”, indicó.
Desde su perspectiva, los demócratas han visto “algún nivel de apertura en Florida” derivado de la pregunta sobre el aborto y, por eso, “no solo están invirtiendo más dinero, sino que están mandando personas, como el esposo de la vicepresidenta Kamala Harris, a hacer campaña en busca de más votos”.
Dijo además que “el caos” del Partido Demócrata de Florida, desatado desde las elecciones en 2022, cuando Ron DeSantis ganó abrumadoramente, podría restar votos a Biden, mientras que algunos independientes podrían depositar su confianza en el presidente por el tema del aborto.
Penelas observa las inversiones como “una gran oportunidad” para candidatos demócratas, como es el caso de Debbie Mucarsel-Powell, quien está retando al republicano Marco Rubio, en una de las dos sillas de Florida en el Senado federal.
Sumó que el dinero en una campaña electoral, que permite publicidad y gastos, es importante, “pero no es definitivo”. También estima que la única forma de que Biden obtenga el triunfo en Florida, “depende de tres condados de alta votación, y uno de ellos es Miami-Dade”, en donde los demócratas siguen teniendo mayoría de votantes registrados.
Importancia del aborto en la boleta
Por su parte, la analista política demócrata Sasha Tirador enfatizó que “aunque Florida no se gane, la decisión de la Corte Suprema [estatal] de permitir llevar a referendo el derecho al aborto obliga a que los republicanos, y en este caso la campaña de Trump, inviertan millones de dólares en el estado para poder ‘sobrevivir’ a esa pregunta en la boleta”.
“Si esta pregunta no estuviera en la boleta, los republicanos no hubiesen invertido nada en el estado de Florida porque se daba por ganado”, acotó.
Esto lleva, según Tirador, a que el Partido Demócrata y la campaña de Biden “puedan concentrar su dinero en estados claves para ganar la presidencia, como Wisconsin, Michigan, Arizona, Nevada, Georgia, Pensilvania”, lo que, a su juicio, hubiera planteado un escenario diferente, si el tema del aborto no tuviera “protagonismo” en Florida.
Para la experta en asuntos políticos, la controversia que hoy se cierne alrededor del aborto “será crucial esté o no esté en la boleta, porque incluso en los estados que no está la pregunta en la boleta, las mujeres, según las estadísticas y por lo que hemos visto en elecciones previas, están saliendo a votar por eso en números nunca vistos”.
“Los radicales son ellos”
En opinión del analista político republicano Frank Rodríguez, el aborto es el “eslabón débil en la cadena hacia la victoria republicana. No tanto en Florida, pero sí en otros estados”.
Asimismo, contextualizó el asunto del aborto como “una de las pocas barajas que tiene el Partido Demócrata, en vista de la demagogia que se está usando sobre este tema”.
Rodríguez criticó la “narrativa demócrata” de que “los republicanos van a prohibir el aborto, incluso que van a prohibir el control de natalidad. Son cosas absurdas”.
Tras citar palabras de Trump, explicó que “la realidad” es que “los radicales en estos temas son ellos [los demócratas] que no se definen porque incluso si el bebé tiene nueve meses de gestación, ellos permitirían el aborto, y, peor aún, lo permitirían después de nacer, lo cual es infanticidio”.
Reconoció que “este es un tema muy personal y escabroso”, en el que “los republicanos no tienen una buena comunicación al respecto, y sí les va a costar en algunos estados. No sé si hasta el margen de la victoria, pero sí es una preocupación para los republicanos”.
En cuanto a las inversiones de los demócratas en Florida para reforzar la campaña de Biden, Rodríguez dijo que “ya es muy tarde para revertir los efectos de una inflación descontrolada, que pesa en el bolsillo de los votantes”.
“Muchos de estos gastos son un despilfarro”, sentenció.
Reorganización
En este escenario de ‘dimes y diretes’, Jasmine Burney-Clark, fundadora de Equal Ground, fue nombrada directora de la campaña de Biden en Florida, mientras que Phillip Jerez, quien ocupa el cargo de director ejecutivo del Partido Demócrata de Florida, y Jackie Lee, consultora política de Orlando, ejercerán como los principales consejeros de la campaña.
Nikki Fried, presidenta del Partido Demócrata de Florida, celebró estos nombramientos, interpretándolos como una muestra del “compromiso de la campaña” con la conquista de los votos electorales floridanos en las elecciones de noviembre.
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