En su más reciente informe, Abandonados en la selva, la organización Human Rights Watch asegura que Colombia y Panamá han fracasado en proteger y asistir a migrantes el Tapón del Darién, una región pantanosa en la frontera de ambos países.
El reporte indica que más de medio millón de personas cruzó esta selva durante el 2023, con el propósito de llegar a Estados Unidos.
En esta travesía, personas de diferentes nacionalidades como venezolanos, haitianos y ecuatorianos han sufrido diversos abusos, incluida la violencia sexual.
“Decenas, sino cientos, han perdido la vida o han desaparecido durante el cruce. Muchos no han sido encontrados”, comenta el informe.
Precisamente, Martina Rapido Ragozzino, investigadora para las Américas de Human Rights Watch, habló con la Tarde de NTN24 para abordar este difícil panorama al que se enfrentan los migrantes en el Darién.
La experta alertó que de ese medio millón de personas que cruzó la selva, 103 mil fueron niños, niñas y adolescentes de acuerdo a información publicada por el Gobierno panameño.
“Lo que nosotros pudimos observar es que no hay suficiente protección para estos niños, sobre todo para aquellos que cruzan no acompañados de un adulto o incluso que se separan de sus familias en el trayecto”, precisó.
La investigadora reconoció que el Estado colombiano mantuvo una mejor presencia a través del ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) que se encarga de la niñez, pero aún así hay muchos retos para afrontar los distintos peligros que enfrentan los menores.
“En Colombia no existe una estrategia clara sobre cómo atender a la población migrante (…) No existe una institución paraguas que lidere esa respuesta”, añadió.
