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JAIME RINCÓN
Actualizado
En el terreno de la especulación y la fantasía el fútbol se desenvuelve como nadie. Y más cuando se trata de fantasear con los grandes nombres de este deporte. Leo Messi, obviamente, es uno de ellos. Y su visita sorpresa al Spotify Camp Nou con el posterior mensaje en redes abriendo la puerta a un posible regreso ha recuperado el sueño más ambicioso del aficionado culé. ¿Y si Leo vuelve a vestir la camiseta del Barça?
Son muchos los factores que convierten en inviable la vuelta del crack argentino a Can Barça. Pero si algo tiene el fútbol es ese destino rocambolesco, esa habilidad de convertir lo imposible en posible y ese punto de romanticismo que sería capaz de romper todas esas barreras que, hoy en día, separan a Messi de una idílica retirada en el Barça.
Para empezar, su relación con Joan Laporta. Las maneras en las que se produjo su salida es algo que Leo no olvida. Se han limado asperezas, se ha rebajado la tensión pero el entendimiento y/o reconciliación entre ambos todavía está lejos de producirse. El presidente ya ha tendido varios puentes en declaraciones públicas al futbolista pero Messi se mantiene en silencio. “Hemos tenido muy buena relación durante mucho tiempo. Cuando no renovamos el contrato se estropeó un poco. Y después más o menos la recuperamos”, dijo el mandatario azulgrana hace apenas unas semanas. Solo ese emotivo regreso al césped que le vio crecer ha provocado que el argentino se pronuncie sobre ese homenaje pendiente.
Me consta por terceras personas que Leo Messi y familia están muy, muy, muy enojados con Laporta. Pero mucho
Jordi Mestre, ex vicepresidente del Barcelona
El segundo factor apela a lo puramente futbolístico. Y aquí es donde se abre el debate más profundo que promete rellenar tertulias en los medios de comunicación y generar controversia en las charlas futboleras de la calle: ¿Tendría sitio Messi en este Barça de Flick? A priori solo aparecen dos posiciones donde el argentino tendría cabida. Bien de falso nueve o bien de enganche. Más o menos los roles que cumple actualmente cuando juega con su selección.
El Barça viene precisamente de ganar en Vigo con un ‘hat-trick’ de Lewandowski.El polaco tiene 37 años, por los 38 del crack argentino. Es decir, que la edad no debería ser un problema. Messi podría actuar como falso nueve en un ataque, el de Flick, donde destaca el dinamismo. No sería la primera vez que los extremos apareciesen por dentro para generar superioridad y dejar los carriles libres para los Balde o Koundé de turno. En ese movimiento de piezas, Messi encajaría a la perfección. Encontrarse por dentro con Lamine, Raphinha, Olmo, Fermín, Rashford, Ferran… no suena nada mal para el aficionado culé.

Once del Barcelona con Leo Messi
La otra alternativa es ocupando la posición de enganche, dado que no parece factible que Flick modificase su dibujo para dar cabida al astro argentino. Esa posición que habitualmente ocupan Fermín y Olmo pasaría a ser territorio de Leo. Con un doble pivote a sus espaldas, el sacrificio defensivo sería menor. Actuaría más como generador de juego para el tridente ofensivo y se encontraría con Frenkie de Jong y Pedri en la creación. Tampoco suena mal.

Once del Barcelona con Leo Messi
El último factor es el próximo Mundial de 2026. La MLS finaliza el próximo mes de diciembre y dará paso a un descanso de aproximadamente dos meses donde Leo no competirá. Eso sí, a partir de marzo el argentino volvería a la competición con Inter Miami. Resulta difícil esperar que Leo sobrecargase su calendario por una cesión o un regreso fugaz con el Mundial a la vuelta de la esquina.
La lógica invita a pensar que Leo Messi no volverá a jugar un partido oficial con el Barça. Pero el fútbol, ya se ha visto en infinidad de ocasiones, no siempre es racional. La frase del 10, mientras, resuena en la cabeza de todos los culés: “Ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme como jugador, como nunca pude hacerlo…”, ¿Y por qué no una despedida como merece? El Barça y Leo se lo deben el uno al otro. Soñar es gratis, dicen, y con Messi todo es posible.



