El Barça fue superado por Osasuna. Los jugadores del equipo navarro ganaron en intensidad a los del FC Barcelona y el triunfo, en el global, es más mérito de los de Vicente Moreno que los de Flick. Pero hay dos acciones que marcan el encuentro. La primera se produce en la primera parte y justo antes del golazo de Bryan. La falta a Pau Víctor, en el inicio de la jugada es muy clara, con un pisotón indiscutible. Ni el árbitro ni el VAR lo consideran y el 2-0 da alas a los navarros y pone muy difícil la remontada al FC Barcelona. La segunda es el tercer gol de Osasuna. Es penalti y Budimir lo transforma cuando mejor estaba el Barça. El equipo de Flick había conseguido reducir la ventaja y se sentía a gusto por primera vez en el campo. Pero el tercer gol fue un golpe demasiado fuerte y hasta el descuento, con el tanto de Lamine, los blaugrana no reaccionaron bien.
El Barça perdió dando la cara, pero tiró la primera parte en intensidad. Su primer disparo a puerta se produjo en el minuto 43. Flick realizó muchas rotaciones: dejó en el banquillo a titulares indiscutibles hasta ese momento como Iñigo, Casadó, Raphinha o Lamine. El Barça sufrió detrás demasiado con una alineación de jóvenes que, sin embargo, solo pueden madurar si juegan partidos importantes. Flick está jugando fuerte y hay que mantener la confianza en este técnico valiente que está consiguiendo que todos los futbolistas se sientan importantes.
No se pudo igualar el récord del Tata Martino con ocho victorias seguidas y hoy el barcelonismo estará pendiente del derbi entre el Atlético y el Madrid. El Barça perdió sin excusas y un gran Osasuna se impuso ante un equipo que necesita asentarse, con muchos cambios, con muchos jugadores jóvenes y con una apuesta de fútbol clara que es difícil imponer con poco tiempo y excesivos lesionados, pero estos futbolistas dan la cara. No pasa nada grave por la primera derrota. Hay que seguir. Felicitar a Osasuna por su buen encuentro, con una gran capacidad de sacar petróleo de sus transiciones ante un Barça a remolque en la primera parte y golpeado a la contra en la segunda.