
Hace poco más de dos meses, la Ciudad de México fue sede del Congreso Latinoamericano de Transformación Digital (CLTD), en alianza con M360 Latam. El consenso explícito, público y privado, sobre la necesidad de reducir los altos costos del espectro en México resonó con más fuerza que nunca. A los operadores se sumaron los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), las empresas del ecosistema digital, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Todos coincidieron en la urgencia de abordar esta necesidad de larga data en un momento bisagra para México: en las puertas del despegue de 5G y con la promesa del nearshoring palpitante en la economía.
“La parte técnica está por demás demostrada, falta dar el paso político”, dijo Rogelio Jiménez Pons, Subsecretario de Transporte. El momento de dar ese paso llega en pocos días, con la presentación del presupuesto 2024 por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El espectro en México está entre los más caros de la región y el mundo. El costo anual como porcentaje de los ingresos recurrentes de los operadores duplica la mediana de América Latina y podría llegar a triplicarla. Los altos costos son, en gran parte, consecuencia de la evolución de los cánones anuales establecidos en la Ley Federal de Derechos. Mientras a nivel regional las tasas anuales representan en promedio 20 por ciento del costo total del espectro, en México ese número escala a 85 por ciento.
En los últimos años, los costos del espectro aumentaron por sobre los niveles de inflación y a contramano de la disminución de los ingresos promedio del sector móvil. Esto ha tenido consecuencias negativas para los mexicanos. Un estudio de la GSMA de 2021 reveló que, si el costo del espectro hubiera estado alineado con el promedio global, 5 millones más de mexicanos tendrían cobertura 4G y las descargas de datos serían 30 por ciento más rápidas.
DPL Spectrum
Espectro radioeléctrico
en México: oportunidad para la digitalización
Los altos precios del espectro también le valieron a México un hito negativo. Por las devoluciones y subastas desiertas, se convirtió en el único país de la región donde la cantidad de espectro asignado a servicios móviles era mayor en el pasado que en el presente.
Esto conduce a una situación crítica teniendo en cuenta que la demanda de datos móviles sube año tras año. La cantidad de espectro asignado está muy por debajo de los requerimientos de espectro de la UIT (1,720 MHz) y el promedio de los países de la OCDE (1,276 MHz). Ejecutivos de operadores locales advirtieron este año que podrían devolver más espectro de no cambiar las condiciones, por lo que la situación podría empeorar.
Las devoluciones y subastas desiertas tienen otra consecuencia paradójica: el Estado mexicano recauda menos. Diseñar políticas de espectro con vocación recaudatoria va en contra de las mejores prácticas internacionales pero, en el caso de México, la política ni siquiera es exitosa en su objetivo fiscal.
Cuando lanzamos el reporte de precios del espectro en México, desde la GSMA hablamos de la “tormenta perfecta”, una situación en la cual todos pierden. Pierde el Estado porque recauda menos. Pierden los usuarios porque la cobertura se ve afectada y la calidad de experiencia, disminuida. Y pierden los operadores porque ven limitadas sus opciones de generar nuevas ofertas de servicios innovadores.
Más aún, la modificación de la Ley Federal de Derechos por parte del Congreso Nacional a instancias de la propuesta de la SHCP se realiza de forma anual, lo cual genera altísima incertidumbre sobre los valores futuros que se pagarán por el espectro. Esto hace muy difícil la planificación.
La SHCP tiene la oportunidad de disipar la tormenta a través de la reducción de los precios del espectro en la Ley Federal de Derechos.
Con una decisión en este sentido, México podría sumarse a las naciones que ya comprendieron el valor estratégico del espectro como herramienta de inclusión y desarrollo. No hay que viajar muy lejos para encontrarlas.
Brasil desterró la vocación recaudatoria de su subasta 5G y hoy experimenta una velocidad de despliegue incluso mejor que la proyectada antes de la licitación. Panamá redujo el precio del espectro en más de 60 por ciento en AWS, una banda clave para 4G. Ecuador implementó una baja escalonada de los precios del espectro que alcanzará 83 por ciento de reducción final.
“Retrocedemos cuando hablamos todavía de precios del espectro cuando deberíamos estar pensando en cómo nos unimos al tsunami digital”, dijo Arturo Robles, Comisionado del IFT, en el CLTD 2023. Coincido. El espectro caro es la “asignatura previa” que retiene a México de avanzar en desarrollo digital.
Al ajustar los costos del espectro a los valores de referencia regional e internacional, la SHCP puede destrabar el camino hacia un México digital y conectado. Permitir a la industria concentrarse en sus grandes objetivos. Alcanzar al 4 por ciento de la población que no tiene cobertura. Abordar la brecha de uso: 31 por ciento de mexicanos que tienen cobertura, pero no se conectan por otras barreras, como no tener dinero para comprar un dispositivo o las habilidades para manejarse en línea. Avanzar en el despliegue de 5G y construir una infraestructura digital sólida que atraiga las inversiones del nearshoring.
La SHCP tiene la oportunidad de dar el esperado paso político que aguarda el ecosistema digital: bajar los costos del espectro y subir la palanca de la digitalización.
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