Por El Diario
Al menos 5,8 millones de migrantes ingresaron a Estados Unidos durante los cuatro años del gobierno de Joe Biden, según un informe del Instituto de Política Migratoria (MPI) difundido este martes.
La cifra incluye solicitantes de asilo, beneficiarios de programas especiales y refugiados, quienes obtuvieron diferentes formas de protección humanitaria.
El grupo más numeroso corresponde a 4,6 millones de solicitantes de asilo que cruzaron la frontera sur y obtuvieron libertad condicional para presentar sus casos, incluidos quienes gestionaron el trámite a través de la aplicación CBP One.
Otros 531.600 migrantes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua ingresaron bajo permisos especiales, o “parole”, diseñados para situaciones humanitarias excepcionales.
Estados Unidos también recibió a 214.800 ciudadanos ucranianos mediante programas de amparo humanitario y 75.000 afganos que colaboraron con el gobierno estadounidense. Además, 327.900 personas entraron desde la frontera norte con Canadá.
El informe del MPI destaca que la administración Biden ejecutó más de 2,5 millones de expulsiones bajo la política sanitaria del Título 42 antes de que esta fuera reemplazada por restricciones al asilo en junio.
No obstante, la cantidad de medidas ejecutivas relacionadas con la inmigración durante su mandato, 605 en total, supera las implementadas por Donald Trump en su primer periodo, que fueron 472.
Sin satisfacer a nadie
“El gobierno intentó apaciguar a ambos bandos, pero no logró satisfacer a ninguno”, señala el reporte, en referencia a las críticas tanto de defensores de inmigrantes como de grupos restrictivos.
Los primeros condenaron los límites impuestos a la protección humanitaria, mientras que los segundos calificaron las políticas como permisivas y un incentivo para una “frontera abierta”.
A pesar de las tensiones, el gobierno de Biden utilizó su poder ejecutivo para ampliar el Estatus de Protección Temporal (TPS) a varios países y otorgar permisos de trabajo a 3,4 millones de extranjeros.
En el año fiscal 2024, Estados Unidos recibió a más de 100.000 refugiados, marcando la mayor cifra en casi tres décadas.
El informe concluye que la inacción del Congreso obligó a la administración a recurrir a decretos presidenciales para manejar una crisis migratoria que sigue polarizando al país.
Con información de EFE.
Sigue leyendo:
