El FC Barcelona volverá a disputar la final de la Champions League. Por quinta edición consecutiva, el conjunto azulgrana alcanza la última ronda en la máxima competición europea, lo que afianza su dominio en Europa en los últimos años.
Para conseguir el billete hacia la gran final, el conjunto azulgrana tuvo que dejar por el camino a rivales a priori temibles. A pesar de la entidad con la que contaban Wolfsburgo y Chelsea, las azulgranas consiguieron solventar sus respectivas eliminatorias con asombrosa contundencia.
En cuartos de final, el Barça endosó un doloroso 10-2 en el marcador global de eliminatoria. La historia no fue diferente contra el Chelsea en semifinales, y las londinenses se despidieron de la eliminatoria con un global de 8-2 en contra.
El nivel mostrado hasta ahora, sumado a que afrontan la final como defensoras del título, sitúan a las azulgranas como las grandes candidatas a conquistar el título. Sin embargo, antes deberán dejar por el camino a un Arsenal que ha demostrado ser un rival muy a tener en cuenta.
La fase final del Arsenal no ha sido un camino de rosas, y en muchos momentos pudo parecer que las ‘gunners’ estaban en la lona. Prueba de ello es que, tanto en cuartos como en semifinales, afrontaron sus respectivas eliminatorias con la obligación de remontar.
En cuartos de final, las londinenses consiguieron revertir un 2-0 en contra para terminar apeando de la competición al Real Madrid por un global de 3-2. Mucho más contundente, sin embargo, fue su ‘remontada’ en semifinales, consiguiendo registrar un 1-4 a domicilio contra el temible Olympique de Lyon para revertir el 1-2 en contra recibido en el Emirates (5-3 en el marcador global).