“Dnde estabas cuando Isaac Rabin fue asesinado?”. La pregunta certifica el calado histrico de la jornada. Como el 7 de octubre de 2023, ocurri en un sbado, aunque a primera hora de la noche y no de la maana. Como el ataque de hace dos aos y un mes, se convirti en una fecha trascendental en la historia de Israel y con implicaciones en el conflicto con los palestinos. El 30 aniversario del primer asesinato de un jefe de Gobierno israel se conmemora en un pas que sigue polarizado (aunque no por las mismas cuestiones ideolgicas) y donde el 67% de los ciudadanos, segn un sondeo del Canal 12, expresa temor a un nuevo asesinato poltico.
Pocos lo teman el 4 de noviembre de 1995, empezando por el propio Rabin, que por norma se resista a llevar chaleco antibalas. Bajo el lema “S a la paz y no a la violencia”, la multitudinaria manifestacin en la “Plaza de los Reyes de Israel”, en Tel Aviv, envi un rotundo mensaje de apoyo al camino negociador capitaneado por el entonces llamado “general de la paz” tras la firma de los Acuerdos de Oslo (1993) con el archienemigo de Israel, el lder palestino Yasir Arafat.
Rabin disfrut de su noche ms apotesica, en la que incluso se atrevi a cantar -y encima con su histrico rival convertido en socio, Simn Peres– antes de que fuera la ltima de sus 73 aos de vida. El soldado que batall contra ejrcitos rabes y, ya como jefe del Estado Mayor en 1967, lider la victoria en la Guerra de los Seis Das, incluida la icnica entrada en la Ciudad Vieja de su Jerusaln natal, donde tom el control del Muro de las Lamentaciones, perda la vida vestido de traje en el corazn de Tel Aviv y a manos de un compatriota.
El extremista judo Yigal Amir (25), que viva en la ciudad de Herzlia y no en una de las colonias en Cisjordania a desmantelar en caso de acuerdo definitivo, no slo vea en Rabin un “traidor que pona en peligro Eretz Israel“, sino que crea que deba hacer lo que fuera necesario para frenarlo. Mientras la derecha, liderada por un recin llegado a la poltica llamado Benjamin Netanyahu, criticaba al laborista en los mrgenes de la discusin (amplindolos, pero sin romperlos), Amir tradujo el terico dictado de varios rabinos radicales –Din Rodef (perseguidor)- contra Rabin en tres balas que dieron un golpe estratgico al proceso negociador, ya afectado por los atentados terroristas de Hamas y Yihad Islmica antes y despus del sangriento ataque del israel Baruj Goldstein en Hebrn en 1994.
Rabin tema un fracaso de la manifestacin pacifista convocada hace exactamente 30 aos para responder a las protestas en las calles contra la bandera de Oslo, que l asumi aunque con ms escepticismo que Peres. A las 19:35, el chfer Menajem Damti le recogi en su casa en el norte de Tel Aviv. En el camino a la plaza, su secretario militar, Danny Yatom, le llam para informarle del temor a un atentado suicida de Yihad Islmica en la manifestacin, como venganza por el asesinato de su lder, Fathi Shkaki, a manos del Mosad das antes en Malta.
Amir, estudiante de Derecho en la Universidad de Bar Iln, lleg a la plaza en autobs. Horas antes, se haba encerrado en su cuarto para asegurarse de que su pistola Beretta estaba preparada. No crea realmente que saldra vivo del intento, mientras el servicio secreto interno (Shabak), que lo tena en su radar colocado en los crculos ms extremistas, no crea que lo intentara. El equipo de seguridad del dirigente liderado por Yoram Rubin (que result herido), era reducido en comparacin con lo que sucede -debido en gran parte al fracaso de entonces- hoy, cuando cada paso del primer ministro tiene la escolta de decenas de guardaespaldas y agentes.
“Hemos decidido dar una oportunidad a la paz que solucione la mayora de los problemas del Estado de Israel. Yo creo que hay una posibilidad para la paz, una posibilidad grande, y debemos aprovecharla”, proclam Rabin en la terraza de la plaza, mientras Amir esperaba en la zona inferior. Integrantes de organismos de seguridad no se dieron cuenta de su presencia y, los que s lo hicieron, creyeron que era parte del dispositivo. Para no despertar sospechas, Amir dialog con un polica cerca de los coches blindados.
“Esta manifestacin debe transmitir al pblico israel que el pueblo de Israel quiere la paz, apoya la paz y, por eso, les doy las gracias a ustedes”, concluy Rabin su discurso. Minutos despus, descendi por las escaleras de la plaza que hoy lleva su nombre. En el corto trayecto al coche, Amir se acerc y le dispar tres veces. La distancia era demasiado corta para que sobreviviera a las dos balas que impactaron en su cuerpo y pararon el reloj a las 21:43. Israel ya no sera igual.
Rabin fue evacuado urgentemente al cercano Hospital Ichilov. A las 23:14, su fiel asesor Eitan Haber comunic la muerte, conmocionando a millones, entre ellos amigos suyos como el rey Hussein de Jordania, con quien haba firmado el acuerdo de paz en 1994, o el presidente estadounidense Bill Clinton, que visiblemente emocionado inmortaliz la frase “Shalom, Javer” (“Adis, amigo”) en el funeral de Estado en Jerusaln.
Amir, que fue condenado a cadena perpetua, nunca se arrepinti. Pese a que el nivel de incitacin y odio contra Rabin era cada vez ms elevado en determinados sectores, nadie pensaba que sera tiroteado por un israel. Su hijo mayor, Yuval Rabin, acusa a Netanyahu de tener un papel central en el ambiente hostil de esos agitados meses previos al magnicidio. “El pueblo pas por delante de su fretro en la explanada de la Knsset y, cuando lleg el turno de Netanyahu de saludar a la familia, mi madre le rechaz”, recuerda. l s le dio la mano, pero ahora admite que no lo hara. “Hoy ya no se trata de algo personal”, comenta al Canal 12 en referencia a la situacin actual en el pas. Netanyahu explica que siempre conden el asesinato de forma rotunda y que, ante los exaltados que acusaban a Rabin de “traicin”, l les aclaraba: “Se equivoca, pero no es un traidor”.
A la familia de Rabin, y a muchos en Israel, les indigna especialmente que el ministro encargado de la Polica sea el mismo que hace 30 aos sola ser detenido por sus provocaciones y extremismo. Entonces, Itamar Ben Gvir presumi de haberse hecho con el emblema del vehculo oficial de Rabin, advirtiendo que tambin llegara a l. Amir, menos meditico que Ben Gvir, que se desmarc del asesinato, logr llegar a l proyectando una sombra sobre su pas.
