Lluïsa Tarrida
06/03/2025 11:09
El caso contra la comunidad Samaria de Terrassa ha visto esta semana cómo se ampliaba con la aparición de nuevas denuncias relacionadas con vejaciones y maltrato psicológico. En el juzgado de Terrassa que investiga las posibles agresiones sexuales a menores por parte de dos miembros de la comunidad de la iglesia evangélica, ahora se ha presentado una ampliación de la denuncia hecha por parte de varios feligreses en la que se acusa a los responsables de «trato degradante» y de divulgación de mensajes «denigrantes hacia el sexo femenino». Además de dar sermones sobre las consecuencias de «no cumplir con lo que se establece en el grupo, como sufrir y morir de cáncer».
La abogada que lleva el caso, Mònica Santiago, del despacho Vosseler Advocats, ha explicado a 3Cat -quien destapó el caso en un primer momento-, que a raíz de las denuncias hechas por parte de los dos feligreses de haber sufrido «agresiones sexuales de forma reiterada y durante años», varios feligreses han decidido dar un paso adelante y también manifestar las «vejaciones» a las que fueron sometidos, recibiendo mensajes a favor del suicidio y advertencias sobre la existencia del infierno.
— 3Cat (@som3cat) March 4, 2025
Reclaman al Ayuntamiento el expediente de cesión de un terreno
No obstante, la ampliación de la denuncia no solo se enfoca en agregar nuevos cargos contra los dos monitores, sino que la letrada ha apuntado que se ha pedido al juzgado que realice dos pruebas de investigación dirigidas al Consejo Evangélico y al Ayuntamiento de Terrassa.
Como recoge la Agencia Catalana de Noticias, en el caso del Consejo Evangélico se requiere información sobre la «relación legal que mantenía con la iglesia Samaria, y si hay algún protocolo interno de actuación para fiscalizar el comportamiento de las iglesias inscritas». Recordemos que tanto la Iglesia Evangélica Unida de Terrassa como, posteriormente, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) emitieron comunicados en los que condenaban “rotundamente” los hechos causados por parte del pastor y de un monitor. Ferede afirmó que desde 2022, cuando trascendieron las primeras quejas, se había dado de baja a la iglesia Samaria y retirado la acreditación de ministro de Culto al pastor implicado.
Por otro lado, los demandantes reclaman al Ayuntamiento que aporte al juzgado el expediente administrativo con el que gestionó la cesión de los terrenos para construir la nueva iglesia Samaria. Santiago ha matizado que el proyecto nunca llegó a hacerse realidad, caducando el expediente municipal de cesión, pero que la congregación «estaba dispuesta a aportar más de 800.700 euros para disponer del suelo durante 75 años». La semana pasada, el Consistorio emitió un comunicado en el que se ponía a disposición de las víctimas y pedía que no se estigmatizara al colectivo evangélico.
