Las actas de los resultados de las elecciones en Venezuela siguen estando en el foco de la nueva crisis de legitimidad que enfrenta el Gobierno de Nicolás Maduro desde hace dos meses. Buena parte de la comunidad internacional las continúa pidiendo para reconocer oficialmente la reelección del líder chavista en los comicios del 28 de julio. La oposición ha publicado sus copias en una página web de libre acceso a ciudadanos, analistas de datos y periodistas, según las cuales obtuvieron un triunfo con el 67% de los votos. Ahora, el Centro Carter, que envió especialistas a observar el proceso, las ha presentado este miércoles ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.
“Estas actas son elementos clave, acabo de recibir los originales que se me envió por correo internacional. Se trata de actas originales de Venezuela”, dijo Jennie Lincoln, quien fue la jefa de la misión electoral del Centro Carter que viajó a Venezuela en julio, quien aseguró que según estos documentos el ganador ha sido Edmundo González Urrutia, como defiende la oposición.
Tras salir del país después de su observación, el organismo internacional ya había presentado un duro informe preliminar en el que señaló que el proceso realizado en Venezuela no podía considerarse democrático, de acuerdo a lo que recogieron 17 expertos desplegados en Caracas, Barinas, Maracaibo y Valencia. Esta y otras conclusiones fueron presentadas por Lincoln durante la sesión en la que explicó que aunque el sistema electoral venezolano es electrónico, las máquinas imprimen un acta que sirve como comprobante del resultado de cada mesa de votación que se entregan a testigos de todos los partidos, al Plan República, el contingente militar que custodia el proceso y al propio Consejo Nacional Electoral (CNE), que el 29 de julio proclamó a Maduro sin mostrarlas.
“Las actas son documentos públicos que se envían al CNE. Las copias de ellas se imprimen inmediatamente en la mesa y se les brindan a todos los testigos electorales y a los observadores. Todos los partidos políticos pueden calcular los totales de los votos basándose en las actas que recaban de las 30.000 mesas. Estas actas son documentos clave. Fueron analizadas por la oposición y por misiones internacionales independientes y demuestran que son las actas originales del 28 de julio y dan como ganador a Edmundo González con más del 60% de los votos”, dijo Lincoln mientras mostraba unas de las largas papeletas y señalaba los códigos de seguridad como el QR que aseguran su autenticidad.
En su intervención en la sesión, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo que el proceso electoral fue desde el principio “una serie de las peores cosas que se pueden cometer”. “Como se esperaba no se hizo ni libre, ni justo, ni transparente, como se esperaba se hizo sobre la violación de acuerdos firmados”, agregó en referencia a los acuerdos de Barbados —de los que este mes se cumple un año— en los que el Gobierno de Maduro se comprometía, entre otras cosas, a permitir la participación de todos los candidatos y finalmente decidió inhabilitar a su principal rival, María Corina Machado, luego sustituida por Edmundo González Urrutia.
El árbitro electoral venezolano está en mora con las obligaciones que le impone la ley de publicar los resultados desagregados por mesa en su página web y también en la Gaceta Electoral, 30 días después de los comicios. Maduro, tras proclamarse ganador, llevó el conflicto al Supremo, parte del aparato institucional que controla. Los magistrados decidieron realizar un peritaje para convalidar los resultados que le han permitido permanecer en el poder. El proceso se hizo en 15 días y la televisión estatal se encargó de mostrar imágenes de los especialistas con tapabocas, viseras y guantes manipulando supuestos documentos entregados por el CNE y otros partidos políticos que participaron en la elección, a excepción de la coalición opositora que respalda a Edmundo González Urrutia. En investigaciones periodísticas del portal Armando Info se reveló que el procedimiento fue realizado por funcionarios del propio ente comicial y no por expertos independientes.
El Gobierno de Maduro huyó hacia adelante en medio de las sospechas de fraude. Al día siguiente de las elecciones reprimió las protestas ciudadanas contra los resultados, encarceló a más de 1.700 personas y fue contra la oposición por la publicación de sus copias de las actas oficiales que lograron obtener de un 83,5% de las mesas, tras enfrentar obstáculos para su trabajo la noche de las elecciones. El argumento del chavismo ha sido que solo el CNE puede dar resultados, aun cuando en 2013 el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela también decidió publicarlas en su web. También han dicho que lo difundido por la oposición es una falsificación. Estos señalamientos acabaron en una investigación penal que terminó en la orden de captura contra el candidato González Urrutia y que fue archivada, después de que este se vio forzado a irse al exilio en Madrid a principios de septiembre.