Primera modificación:
En Ohio, el pasado 3 de febrero se descarriló y se incendió un tren de carga que viajaba desde Pensilvania a Illinois. A simple vista parecía un accidente convencional, pero el tren transportaba peligrosas sustancias radiactivas, lo cual generó caos en la comunidad donde sucedió el incidente. En esta edición de El Debate hablamos sobre la controversia entre autoridades, sindicatos y la empresa transportadora generada a raíz del accidente, además de sus implicaciones medioambientales.
El descarrilamiento de un tren operado por la empresa Norfolk Southern Railway alteró la calma de los habitantes de East Palestine, en Ohio. Luego del accidente, quedó en evidencia la magnitud y el peligro que representaba para la comunidad.
Para evitar una explosión de gran tamaño fue necesario hacer agujeros en los tanques que iban en los vagones. Posteriormente las llamas consumieron los químicos durante horas y el humo tóxico afectó a los habitantes de la comunidad, obligándolos a evacuar sus hogares, mientras aumentaba la incertidumbre al tener sustancias tóxicas en el ambiente.
Pero luego las autoridades indicaron que las condiciones para retornar eran seguras, pese a que los habitantes presentaban síntomas como dolor de cabeza, náuseas, debilidad, entre otros.
Desde la Casa Blanca afirmaron estar en comunicación con las autoridades de Ohio y ahora sobre la mesa queda la posibilidad de que la empresa operadora pague por la limpieza de los químicos y enfrente sanciones económicas.
¿Por qué esta emergencia medioambiental parece no ser prioridad para las autoridades federales? ¿De qué tipo de derrame estamos hablando? ¿Qué repercusiones tiene esto a mediano plazo para el medio ambiente? ¿A qué riesgos medio ambientales estamos expuestos? Lo analizamos con la ayuda de nuestros invitados:
-Carlos Ruiz, docente de la facultad de química de la Universidad Nacional de México.
-Javier da Cunha, docente de emergencias ambientales de la Universidad UADE en Argentina.
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