El Gobierno de Donald Trump despidió a 20 jueces de inmigración sin darles motivo, según dijo este sábado un líder sindical a la agencia de noticias The Associated Press. Los despidos se dan cuando la segunda Administración Trump ha estado impulsando recortes generalizados en las agencias federales.
El despido reportado, sin aviso ni aclaración de causa, afecta a 13 jueces que apenas iban a ser juramentados al cargo, y a cinco jueces asistentes más, de acuerdo con Matthew Briggs, presidente de la International Federation of Professional & Technical Engineers, gremio que representa a trabajadores federales en Estados Unidos.
Los jueces despedidos este viernes se suman a dos magistrados migratorios más que también fueron finiquitados sin aviso previo la semana pasada.
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Uno de los jueces despedidos cuando apenas iban a tomar protesta está Kerry Doyle, según comentó en su red LinkedIn, lamentando que todo ocurrió cuando hay millones de casos pendientes y aun cuando el propio “Departamento de Justicia ha pedido al Congreso que le den más fondos para contratar a gente” en su unidad de revisión migratoria. Esta unidad, la EOIR por su sigla en inglés, supervisa los tribunales de inmigración y los jueces que la componen.
“Se dedicaron tiempo y recursos a contratarnos a todos. El grupo tenía antecedentes variados […] pero lo que todos teníamos en común es que nuestra contratación, mediante un sistema apartidista y neutro, sucedió durante el Gobierno de Biden”, escribió Doyle. “Estos despidos fueron por politiquería”, opinó en su publicación.
No queda claro si la intención del Gobierno de Trump es remplazar a estos jueces. De hecho, los despidos llegan pese a que una de las grandes promesas de Trump es realizar deportaciones en masa, que usualmente requerirían ser revisadas por los tribunales migratorios de donde fueron despedidos los jueces en seguimiento del debido proceso.
Los magistrados en materia migratoria escasean en Estados Unidos, lo que ha contribuido a un retraso de más de 3 millones de casos en las cortes especializadas, según datos del grupo de investigación Transactional Records Access Clearinghouse que opera dentro de la Universidad de Syracuse.

Decidir esos casos pendientes, que incluyen tanto revisiones de órdenes de deportación como resoluciones para solicitantes de asilo, puede tardar años debido a la escasez.
Según estimados del servicio de investigaciones del Congreso (CRS, por su sigla en inglés), había casi 2 millones de casos sobre deportación pendientes a finales de 2023 en gran medida debido a esa falta de jueces.
Sería necesario contratar al menos a 300 jueces migratorios más para empezar a reducir los casos pendientes y a por lo menos 700 jueces para resolver los casi 2 millones de expedientes ya abiertos actualmente dentro de la próxima década, según CRS.
The Associated Press indicó que la EOIR u oficina de revisiones migratorias del Departamento de Justicia, que supervisa las cortes y a sus jueces, no hizo comentarios sobre el reporte de los despidos.
Además de los despidos, a finales de enero el Gobierno de Trump había remplazado a oficiales de alto rango del sistema de tribunales de inmigración, como Mary Cheng, que era la encargada de la oficina ejecutiva de revisiones migratorias del Departamento de Justicia.
Biggs, el líder sindical, dijo al medio citado que desconoce si con los despidos se quiere mandar un mensaje sobre política de inmigración y aclaró que en general los despidos recientes de funcionarios y servidores públicos son “malos para todos” y demuestran “un trato hacia la gente como si no fueran seres humanos”.