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RICARDO FERNÁNDEZ
Actualizado
Este sábado, a las 18:00, el Bayern de Múnich y el Paris Saint-Germain volverán a cruzarse en un duelo de alto voltaje, esta vez en los cuartos de final del nuevo Mundial de Clubes que se disputa en territorio estadounidense. El escenario es distinto, el contexto ha cambiado, pero para los seguidores del conjunto parisino, este enfrentamiento revive una herida aún abierta como es la final de la Champions League 2019/2020, el día que el Bayern apagó el primer gran sueño europeo de Kylian Mbappé.
Aquella noche del 23 de agosto de 2020 en Lisboa no se vivió solo una final, sino que fue la primera gran decepción europea de Mbappé. En medio de una pandemia que obligó a reformular el formato de la Champions en una inédita ‘Final 8’, sin público en las gradas y con la incertidumbre reinando en el mundo, Bayern y PSG llegaron al último partido del torneo.

Mbappé durante la final.
El equipo bávaro, dirigido por Hansi Flick, venía de arrasar al Barcelona por 8-2 en cuartos y de dejar en el camino al Olympique de Lyon con autoridad. El PSG, por su parte, había superado con sufrimiento al Atalanta en cuartos y al RB Leipzig en semifinales, pero contaba con una delantera de lujo: Neymar, Mbappé y Di María.
La ley del ex
El guion parecía preparado para la coronación del joven prodigio francés. Con apenas 21 años, Kylian Mbappé estaba destinado a levantar su primera Champions y consolidarse como el heredero natural de Messi y Cristiano. Pero el Bayern tenía otros planes.
El partido, cerrado y táctico, se resolvió por detalles. El único gol del encuentro llegó en el minuto 59, cuando Kingsley Coman, curiosamente un exjugador del PSG, cabeceó un centro medido de Joshua Kimmich. Keylor Navas, que había sido un muro durante todo el torneo, no pudo evitar el 1-0 que terminaría siendo definitivo.
Sin embargo, antes y después de ese tanto, el PSG tuvo sus momentos. Y ahí es donde aparece el nombre de Mbappé, no como héroe, sino como protagonista trágico. La frustración fue evidente. Mbappé, habitualmente letal, no encontró el gol cuando más lo necesitaba.

Para el Bayern fue su sexta orejona, cerrando una temporada perfecta: campeones de Bundesliga, Copa de Alemania y Champions. Para el PSG, en cambio, fue el inicio de una serie de frustraciones europeas que culminaron con la salida de sus grandes estrellas. Primero fue Di María, luego Messi y Neymar, y finalmente, el año pasado, Kylian Mbappé dejó París rumbo al Real Madrid. Cinco años después, el destino vuelve a cruzar al PSG y al Bayern, aunque Mbappé ya no está para saldar cuentas.