Una investigación conjunta de la Universidad de California en San Diego y la Universidad Wake Forest, ambas en Estados Unidos, demostró que el ejercicio físico, ya sea de intensidad baja o moderada-alta, puede ser clave para ralentizar el deterioro cognitivo en personas mayores con riesgo de padecer Alzheimer.
Los hallazgos, presentados en dos artículos publicados en la revista ‘Alzheimer’s & Dementia’, se basan en el estudio EXERT, que evaluó a adultos mayores sedentarios diagnosticados con deterioro cognitivo leve amnésico.
Este grupo fue comparado con otro conjunto de individuos similares que recibieron únicamente atención médica convencional, como controles de salud rutinarios y medicamentos.
Resultados positivos tras un año de ejercicio supervisado
En total, 300 personas participaron en el estudio EXERT y fueron asignadas a rutinas de ejercicio de intensidad baja o moderada-alta.
Tras doce meses de seguimiento, se observó que los participantes que realizaron estas actividades físicas lograron mantener estables sus capacidades cognitivas o presentaron un deterioro significativamente menor en comparación con quienes no participaron en la intervención.
Los hallazgos del estudio. Foto:iStock
Además, los expertos encontraron que ambos grupos que realizaron ejercicio tendieron a experimentar una menor pérdida de volumen cerebral durante ese mismo periodo. Este efecto también se observó en áreas clave como la corteza prefrontal, lo cual resultó sorpresivo para los investigadores, quienes anticipaban un mayor grado de deterioro en la muestra analizada.
Según los autores, otra posible razón de estos beneficios sería que el ejercicio, más allá del esfuerzo físico, estimula de forma intelectual y social a los adultos mayores, lo que podría contribuir también a una protección contra el deterioro cognitivo.
Un avance significativo en la prevención del Alzheimer
“En conjunto, estos hallazgos nos demuestran que incluso el ejercicio de baja intensidad puede ralentizar el deterioro cognitivo en adultos mayores en riesgo”, afirmó Aladdin Shadyab, autor principal de uno de los artículos y profesor asociado de la Escuela Herbert Wertheim de Salud Pública y Ciencias de la Longevidad Humana de la Universidad de California en San Diego.
Hacer ejercicio tiene importantes beneficios en el cerebro. Foto:iStock
El estudio EXERT incluyó una característica innovadora al incorporar entrenadores de la organización YMCA que visitaban los hogares de los participantes. Cada persona fue asignada de manera aleatoria a rutinas de entrenamiento aeróbico de intensidad moderada-alta o a actividades de menor intensidad como estiramientos, ejercicios de equilibrio y de rango de movimiento.
“Si bien aún queda mucho por aprender, estos hallazgos muestran que el ejercicio de intensidad regular, incluso a baja intensidad, podría ser de gran ayuda para que los adultos mayores retrasen el deterioro cognitivo, y esta es una noticia prometedora para quienes tienen un alto riesgo de demencia”, agregó Shadyab.
Investigaciones para contrarrestar los síntomas del Alzheimer. Foto:iStock
Una investigación de gran escala sobre los efectos del ejercicio
Por su parte, la doctora Laura Baker, investigadora principal del estudio y profesora de Gerontología y Medicina Geriátrica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest, resaltó la magnitud del proyecto.
“EXERT es un estudio histórico porque se trata del mayor ensayo riguroso de ejercicio jamás realizado en adultos con deterioro cognitivo leve”, aseguró.
Aunque los beneficios del ejercicio en distintas dimensiones de la salud humana ya están ampliamente documentados, Baker indicó que aún se está conociendo “todo su potencial” como intervención médica en adultos mayores que enfrentan dificultades de memoria.
Europa Press.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Europa Press, y contó con la revisión de un periodista y un editor.