El último año del actual reglamento técnico no estará exento de polémicas, en especial por los cuestionables manejos de la Federación Internacional de Automovilismo, que se contradice a sí misma con el paso del tiempo. La temporada pasada, la polémica estuvo en parte por el alerón trasero de McLaren, pero también por los alerones delanteros de Red Bull, que siempre estuvieron en la mira de los rivales por su flexibilidad.
Si bien la FIA estableció cambios en la regulación de los alerones traseros para evitar el efecto mini DRS que benefició al equipo papaya en 2024, se mostró conforme con los resultados de los alerones delanteros. Por tal motivo, desde Red Bull apuntaron sus esfuerzos a potenciar la flexibilidad de las alas delanteras, de manera tal que les permita recuperar terreno frente a McLaren y Ferrari, pero la federación dio marcha atrás con su decisión.
En una reciente actualización de la normativa técnica, la FIA impuso que los monoplazas de la Fórmula 1 2025 deberán cumplir con ciertas condiciones de flexibilidad a partir del GP de España, que se disputará en junio. De esta manera, se da un tiempo para que las escuderías puedan desarrollar alerones dentro de la nueva regulación, pero eso no quita que se haya perdido tiempo y dinero, aproximadamente unos 600 mil dólares que no se podrán recuperar para el desarrollo de los coches del 2026.
“Hemos invertido mucho tiempo y dinero en este camino. Todo un trabajo a tirar a la basura”, afirmaron desde el interior del equipo de Milton Keynes en declaraciones rescatadas por Soy Motor. Y es que el tema de los alerones no es menor, ya que Red Bull ha invertido tiempo de pruebas en el túnel de viento con la configuración previa, por lo que el cambio de la normativa afectará su aerodinámica en pista.
Ahora bien, lo cierto es que el cambio de las reglas de juego por parte de la FIA afectará a todos los equipos, pero Red Bull ha sido el único que se ha pronunciado por el momento. Esto se debe a los costos de producción de las partes, ya que los alerones delanteros tendrán una flexión limitada a dos milímetros en los flaps internos y a diez en los externos, un tercio menos que los permitidos en 2024.
Red Bull comienza a despedir a Honda
Este 2025 será el final de la asociación entre Red Bull y Honda, la empresa nipona que pasará a hacer los motores de Aston Martin a partir de 2026, mientras que los austriacos serán motorizados por Ford. En las vísperas a su última temporada juntos, Christian Horner, director de la escudería, le vaticinó una etapa de éxitos a los japoneses con el equipo de Silvertsone. “Son una empresa muy capaz y con muchos puntos fuertes. Estoy seguro de que a partir de 2026 tendrán un motor competitivo”, afirmó en diálogo con RacingNews365.