Se ha llegado a decir que Medicina Familiar y Comunitaria era el ‘patito feo‘ del MIR, porque, mientras se agotaban especialidades como Dermatología en la primera jornada de elección de plaza, para medicina rural incluso quedaban vacantes. Sin embargo, un artículo publicado por la Sociedad Española de Médicos de Familia (Semergen), firmado desde Albacete por los doctores Torres Moreno, Blanco Herrera, Vegas Fernández y Alfaro Martínez, barre con datos este planteamiento.
“No es que nadie quiera Familia, al contrario, midiendo bien resulta que la quiere más gente que muchas de hospital”
Pilar Torres Moreno, la especialista que encabeza el estudio, fue la primera de su año en elegir Medicina Familiar y Comunitaria. Lo hizo con un 2.200, número que le abría un sinfín de puertas, pero ella quería entrar en la medicina rural, “la que me daba un trato más humano y cercano, la que, por vocación, quería desde pequeña”. Trabajó en los centros de salud de Casas de Juan Núñez, Villalpardo y Peñas de San Pedro, donde trató a familias enteras e incluso trabajó la prevención desde los colegios.
Ahora, este estudio viene a demostrar que “no es que nadie quiera Familia, al contrario, midiendo bien resulta que la quiere más gente que muchas de hospital, pero, como hay tantas plazas, pasa como con el agua, que como hay tanta y es barata, pero en realidad es más demandada que el alcohol”, como apunta el Dr Alfaro Martínez, que también ha colaborado en el estudio.
“Hay que hacer la Medicina de Familia más atractiva”
Así, la conclusión del estudio es que, utilizando parámetros objetivos, el atractivo de la especialidad, medido como cotización (relación entre oferta y demanda) y demanda, se ha mantenido estable, con un ligero empeoramiento de la demanda total, “y no sale tan mal parada como podría esperarse en comparación con otras especialidades con, teóricamente, mayor caché”, señala.
No obstante, los médicos firmantes si apuntan a que “es necesario reflexionar sobre estos resultados y buscar medidas que hagan de MFyC una especialidad que sea elegida por futuros profesionales de la medicina teniendo en cuenta que no solo tiene que resultar atractiva, sino que debe serlo, cada año para miles de opositores y no para decenas o cientos, como en otras especialidades”.
En este sentido, la Dra Torres considera que Medicina Familiar tiene que ser una asignatura con peso en las facultades, así como deben mejorar las condiciones laborales en los pueblos, máxime si se trata de plazas de difícil cobertura. También considera fundamental que se dote a la especialidad de más poder resolutivo. En definitiva, “hay que hacer la Medicina de Familia más atractiva”.
