El humo de los incendios forestales que arden en tres provincias canadienses se está extendiendo hacia el Alto Medio Oeste de Estados Unidos, evocando recuerdos de la grave contaminación que se extendió desde Canadá hacia el sur hace dos años, durante la peor temporada de incendios registrada en ese país.
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La contaminación por partículas en suspensión causada por el humo ya se está extendiendo hacia Minnesota y los estados vecinos. Se espera que llegue a Nueva York y otras ciudades de la Costa Este en las próximas horas, lo que representa un riesgo para la salud de las decenas de millones de personas que viven en esas regiones.
“Las partículas en suspensión en el aire son el riesgo ambiental más grave que conocemos”, declaró Doug Brugge, investigador de salud pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Connecticut.
“Causa daños cardiovasculares, respiratorios y neurológicos, y estas columnas de humo tienen niveles muy altos en comparación con los que solemos estar expuestos en Estados Unidos”, agregó.
En medio de las alertas, la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) publicó este martes imágenes de su satélite GOES que muestran las densas columnas de humo avanzando sobre territorio estadounidense.
Por su parte, la NASA publicó una impresionante imagen lograda con el instrumento EPIC a bordo del satélite DSCOVR de la NOAA, que captó la nube de humo a más de 1,6 millones de distancia de la superficie de la Tierra.
Desde principios de mayo, decenas de incendios forestales han arrasado Canadá, obligando a miles de evacuaciones e interrumpiendo la producción de petróleo crudo en el país. Hasta el lunes había más de 200 incendios activos, 106 de los cuales estaban fuera de control, según el Centro Interinstitucional Canadiense de Incendios Forestales.
Hasta el momento, se han quemado 1,9 millones de hectáreas, principalmente en las provincias de Alberta, Saskatchewan y Manitoba. Sin embargo, la crisis actual aún no se acerca a la de 2023, cuando se quemaron 17 millones de hectáreas.
El martes por la mañana, como consecuencia de los incendios, uno de los peores lugares de Estados Unidos en cuanto a calidad del aire fue Ely, Minnesota, cerca de la frontera con Manitoba. Se registró un índice de calidad del aire “peligroso” de 336, según IQAir, un sitio web que monitorea la calidad del aire en todo el mundo.
Una calificación de calidad del aire inferior a 50 se considera “buena”, y las lecturas entre 100 y 300 se consideran “insalubres” o “muy insalubres”, mientras que las superiores se consideran “peligrosas”, según el sitio web.
En Duluth, Minnesota, la calificación se situó en 309 a media mañana del martes, mientras que en Flin Flon, Manitoba, a unos 1.300 km al norte y en una de las zonas donde se concentran los incendios forestales canadienses, el ICA se situó en 359.
Según expertos, los niños, los ancianos y las personas con enfermedades cardiacas, respiratorias y otras enfermedades crónicas son los más vulnerables a los efectos del humo, especialmente aquellos con problemas cardiovasculares.
