Es uno de los mejores arqueros del mundo, pero también uno de los que más antipatía despierta en los aficionados al fútbol. Por lo general, la forma de comportarse con los rivales del guardameta argentino Emiliano “Dibu” Martínez, suele generar polémica.
El arquero del Aston Villa y la Selección Argentina borra con gestos de burla a sus compañeros de profesión, lo que hace bajo los tres palos. De hecho, es tal la cantidad de esas situaciones que ha protagonizado que le recomendaron que trabajara con su psicólogo.
Pero no funcionó. El jueves, en el partido entre el equipo inglés y la Juventus de Italia, Martínez se burló del arquero Michele Di Gregorio. ¿Cómo? Al final del encuentro, que tuvo un final picante porque al Aston Villa, que era local, le anularon un gol que marcó en el tiempo agregado por una presunta falta contra el guardameta italiano.
En la acción, que empezó en un tiro de esquina, el arquero italiano intentó salir a golpear el balón con los puños, pero pasó de largo. Sin embargo, el jugador del cuadro inglés, que cabeceó y anotó, también le golpeó la costilla. Por eso anularon el tanto.
Entonces, pocos segundos después, cuando terminó el encuentro, Martínez se acercó al guardameta rival en la mitad de la cancha, se le paró al frente e hizo un gesto que resultó incómodo: se tomó las costillas con la mano y luego realizó una muestra de dolor intenso con el rostro mientras se reía del jugador.
Eso llevó a que lo criticaran en redes sociales. También desde la prensa italiana. Señalaron que lo que realizó fue un acto que iba en contra de la deportividad. Además, manifestaron que es un patrón que ya tiene normalizado el argentino en su conducta.
Y es verdad: no es la primera vez que lo hace. Ante la Selección Colombia, por ejemplo, ha hecho gestos polémicos varias veces. Una fue en la Copa América del 2021. Aquella vez tuvo un encontrón con Yerry Mina, a quien le hizo un baile después de atajarle un penalti en la tanda de semifinales. Entre tanto, en el juego de eliminatorias que se disputó en septiembre en Barranquilla, empujó a un camarógrafo una vez terminó el partido que los “celestes” perdieron.