Haylin Valencia Cunalata (24) cursaba el cuarto año de la carrera de Enfermería en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Llegó desde Ecuador con una valija repleta de expectativas y sueños que en 2020 quedaron deslucidos por la pandemia de Covid: a los pocos días de llegar a Ezeiza tuvo que confinarse, como todos, por la cuarentena.
Pero la joven siguió detrás de sus objetivos y estaba muy cerca de conseguir el título que vino a buscar a la Facultad de Medicina platense. Hasta que se tropezó súbitamente con la fatalidad. El sábado 23 de marzo, en un atardecer cálido y sereno se desplomó mientras hacía running en el parque San Martín de la capital bonaerense.
El predio situado a 15 cuadras de la Catedral y de la Municipalidad de La Plata era uno de los circuitos aeróbicos que Haylín utilizaba para sus prácticas habituales de pedestrismo. El otro era el Bosque platense, que tiene varios edificios universitarios como vidriera del recorrido, sobre el lateral de la avenida 60.
Fue una muerte sorpresiva y casi inmediata. Cayó cerca de 50 y 24. El predio tiene más de 15 hectáreas arboladas, con callecitas internas y con una planta de la empresa de agua ABSA dentro del perímetro.
La caída provocó conmoción entre los corredores que a esa hora colman el circuito. Hubo un intento de desesperado por reaniar a Haylin Valencia. Se agolparon unas 20 personas hasta la llegada de la ambulancia que, después de unas maniobras de RCP, se la llevó hasta el hospital San Juan de Dios (a menos de 15 cuadras del lugar). El parte médico indica las 19.03 como hora de su fallecimiento.
Según el expediente judicial al que accedió Clarín, Haylín Valencia murió de un paro cardio respiratorio “no traumático”. Las pericias requeridas por la fiscal que intervino en la causa caratulada como “averiguación de causales de muerte” determinaron que la joven falleció como consecuencia de una “insuficiencia cardíaca aguda”, combinada con una “insuficiencia respiratoria aguda”, cuyas causas no pudieron determinarse.
Será motivo de una evaluación médico clínica posterior. El certificado de defunción consigna que el origen de esa falencia orgánica será determinada “ad referéndum” de posteriores estudios y análisis.
Valencia Cunalata cumpliría 25 años el 9 de abril. Era parte de la numerosa comunidad ecuatoriana que eligió La Plata como residencia para completar los estudios universitarios. Según un informe publicado por Clarín, en 2023 y 2024 los estudiantes nacidos en ese país centro americano lideran el listado de extranjeros que se anotó en la UNLP: el año pasado los extranjeros representaron más de la mitad de los inscriptos en esa carrera y para el ciclo que comenzó hace unas semanas conforman el 37%.
En sólo dos años los registros de la universidad platense encuentran más de 3.800 ecuatorianos anotados para recorrer las aulas de distintas unidades académicas. Incluso Valencia tuvo que participar de un reclamo por los desajustes que hicieron las autoridades de la facultad por demorar la vuelta a la presencialidad. Es que Medicina tuvo clases virtuales hasta después de mayo de 2021.
Junto con sus compañeros firmó un petitorio con otros 500 alumnos desconformes con los resultados de un examen que desaprobaron casi todos. Hicieron una presentación ante las autoridades de la cátedra de Citología, Histología y Embriología.
Haylín, que era ex Reina de la Parroquia de Cotaló –ubicada a 180 kilómetros al sur de Quito– llegó detrás de su hermana mayor, quien reside en La Plata desde hace un tiempo. También vino para estudiar.
Y este fin de semana tuvo que tolerar el horroroso trámite de reconocer el cuerpo de su hermana en una morgue y luego realizar los trámites ante la fiscalía de Ana Medina para retirar el cuerpo de la joven runner.
Según dijeron fuentes judiciales, la intención de la familia Valencia Cunalata es repatriar los restos de la chica hacia su país de nacimiento. Será otra tarea perturbadora para los familiares y el grupo de amistades que Haylín reunió en su estadía argentina.
La Plata. Corresponsalía
