Los técnicos expertos que llevan a cabo el programa de cría y reintroducción del lince ibérico están un poco boquiabiertos. Han detectado un nuevo, y sorprendente caso, de un lince blanco. Un aficionado de la fotografía de naturaleza ha captado también en vídeo la imagen de un atípico ejemplar de lince ibérico, el segundo de coloración blanco detectado en la Península.
No se trata, sin embargo, de un ejemplar leucístico o albino, pues esa coloración no se debe a una influencia genética.
Lince blanco localizado en Andalucía
Ángel Hidalgo Garrido
Este nuevo hallazgo se produjo el pasado 22 de octubre en una sierra de Jaén, cuya ubicación se mantiene en secreto por motivos de seguridad y bienestar del animal. Es un animal que está llamando mucho la atención y los responsables del programa no quieren que se le moleste. El animal, como todos los linces, es objetivo de seguimiento; se llama Satureja, nació en libertad, siempre ha vivido en el campo y nació en 2021.
Francisco Javier Salcedo, coordinador del programa Life Lynx-Connect, indicó que no es el primer caso en que se detecta un lince blanco. En Andalucía, al menos, es el segundo. No se han dado situaciones similares en el resto de España. “Y lo curioso es que estos linces blancos tenían antes pigmentación normal, y en poco tiempo ha desarrollado esta coloración…”, nos explica por teléfono.
Coloración reversible
En el caso anterior ocurrido en Andalucía la coloración fue reversible, y el ejemplar, sorprendentemente, volvió a su estado normal.
Por lo tanto, explica Salcedo, no se puede descartar que en este caso también este animal vuelva a su coloración normal. “Al menos, en el otro caso, ocurrió”, añade. “No hablamos de albinismo; podemos decir que no es un tema genético, ni algo relacionado con el albinismo o el leucismo…” , resalta Salcedo.
¿Cuál es, pues, la causa de este raro cambio en la piel? “Pensamos que la causa hay que buscarla en un agente ambiental externo, en algún elemento que haga que afecte a la síntesis de la melamina”.
Salvando todas las distancias, el ejemplo comparable sería el de una persona que “por una situación de estrés pierde el pelo y luego lo recupera”.
Los responsables del seguimiento han podido comprobar toda esta situación a partir de fotografías, que han mostrado cómo el animal se vuelve blanco y cómo recuperó su tonalidad normal.
Hay dos tipos de melanina. Por un lado, está la eumelanina, que es la responsable de los pigmentos oscuros, y esta, al parecer, no se ve afectada. Y luego se encuentra la feomelanina, que afecta a los pigmentos anaranjados o amarillentos. “Esta es la que se ve afectada”.
“Sabemos que es el segundo lince porque hacemos un seguimiento muy exhaustivo”, añade Salcedo. “Eran animales de pigmentación y coloración normal que se vuelven blancos. Y el ejemplar del caso anterior recuperó su coloración normal”, añade Salcedo expresando su sorpresa.
Al anterior ejemplar fue encontrado en Montoro, y se sabe que este nuevo animal procede de la misma zona de Córdoba, por lo que no se descarta que estén emparentados.
Las dos hembras y se mueven en olivares
Los dos son hembras y viven y se mueven en olivares.
No hay literatura científica conocida que explique esta situación, por lo que -se sospecha- todo esto puede estar originado por algún “foco químico, contaminante o elemento fitosanitario, que se dé en el olivar y que, a causa de esta sobreexposición, afecte a la síntesis de ese elemento, la melanina, de manera que cuando cesa la exposición se recupera la coloración normal”.
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También puede tratar de una hipersensibilidad de manera individual de algunos ejemplares, lo que “mostraría que hay animales con mayor sensibilidad a la exposición a estos elementos [contaminantes], pues otros linces no se vuelven blancos. Es algo que habitualmente no ocurre”.



