Tonatiuh Guerra
Ciudad de México /
El Mundial de España 1982 fue la duodécima edición del certamen, el cual amplió la participación de selecciones nacionales, ya que 16 combinados que participaron en Argentina 1978, ahora 24 selectivos disputaron la Copa del Mundo.
En esta justa mundialista, Italia consiguió su tercer título al derrotar en la Gran Final a Alemania Federal por un marcador de 3-1. Los goles de aquel 11 de julio por parte de los Azzurri fueron obra de Marco Tardelli, Alessandro Altobelli y Paolo Rossi, quien marcó seis goles conquistando además la bota de oro y el balón de oro por haber sido el mejor jugador del certamen, galardones que se entregaron por primera ocasión que en la historia de los Mundiales, mientras el capitán y portero italiano Dino Zoff a los 40 años se convirtió en el jugador más veterano en levantar el trofeo.
El título de los italianos sorprendió, ya que la azurri no tuvieron un buen inicio, ya que se clasificaron en el segundo lugar del grupo 1 con tres puntos, esto debido a tres empates ante Polonia, Perú y Camerún. En la semifinal vencieron a Polonia 0-2 con doblete de Paolo Rossi y así avanzar a la Gran Final
En este certamen se marcaron 146 goles en 52 partidos, en el que Francia fue el equipo más goleador con 16 tantos, le siguieron Brasil que anotó 15, mientras los finalistas, Italia y Alemania marcaron 12 cada uno, mientras El Salvador y Camerún únicamente marcaron un gol, además los catrachos fueron protagonistas de la máxima goleada, pues perdieron por un marcador de 10-1 ante Hungría.
En este Mundial, en el cual por primera vez hobo selecciones de los cinco continentes se realizó la primera tanda de penaltis para desempatar un marcador. Este suceso ocurrió en la semifinal entre Alemania Federal y Francia, donde los germanos se impusieron 5 a 4 a los franceses.
El suceso más extraño que ocurrió en este Mundial y en la historia de las Copas del Mundo sucedió en el encuentro entre Francia y Kuwait, cuando el jeque Fahid Al-Ahmud entró a campo para reclamarle al árbitro la legitimidad de un gol francés. Ante la reclamación, el nazareno Miroslav Stupar accedió y anuló el tanto de los franceses, por lo que fue expulsado de por vida.