El presidente de Estados Unidos Donald Trump ha pronunciado un discurso de profundo calado en el Desayuno Nacional de Oración, la cita anual que desde 1953 reúne a los principales líderes del país para honrar el legado religioso de la primera potencia mundial y promover la unidad de la nación.
El actual inquilino del Despacho Oval ha destacado la importancia de la fe para Estados Unidos y ha denunciado la amenaza que supone el secularismo, proponiendo que la religión vuelva a ser parte central de la vida del país: “Desde los primeros días de nuestra república, la fe en Dios ha sido la principal fuente de fortaleza que late en los corazones de nuestra nación. Tenemos que recuperar la religión. Tenemos que recuperarlo mucho más fuerte. Éste es uno de los mayores problemas que hemos tenido durante el último período de tiempo bastante largo. Tenemos que traerlo de vuelta”.
Trump ha destacado cómo la historia de Estados Unidos se ha basado en la confianza en Dios en cada etapa:
“En cada etapa de la historia estadounidense, el país ha obtenido esperanza, coraje e inspiración de nuestra confianza en el todopoderoso. Y tiene una misión para Estados Unidos. Y ese plan se va a hacer realidad. Va a suceder y espero que suceda más temprano que tarde. Va a suceder. Es su mano la que nos guía en cada paso del camino. Y todos ustedes, y las cosas que tenemos que hacer, es ver el papel decisivo que la fe y la oración han desempeñado en la vida de nuestra nación, y sólo tenemos que mirar este edificio y ustedes pueden mirarse unos a otros. Y realmente pueden mirarse el uno al otro. Ha definido a casi todos los presentes en esta sala”.
Este poderoso discurso tiene lugar la misma semana en que el presidente Trump ha cumplido una nueva promesa electoral, y ha dictado un decreto presidencial que prohíbe a los hombres biológicos participar en deportes escolares para niñas y mujeres.
La firma del decreto reunió a una multitud en el Salón Este de la Casa Blanca que estalló en júbilo cuando Trump declaró que “la guerra contra los deportes femeninos ha terminado”.
El presidente también mandó un claro mensaje a los demócratas, y en especial a los Estados gobernados por ellos, advirtiendo sobre los eventuales intentos de eludir el decreto presidencial con el siguiente tenor: “Con mi acción de esta tarde, estamos avisando a todas las escuelas que reciben dinero de los contribuyentes que si permiten que los hombres se apoderen de los equipos deportivos femeninos o invadan sus vestuarios, serán investigadas por violaciones del Título IX y pondrán en riesgo sus fondos federales”.
En la ceremonia participaron, además de una nutrida representación de gobernadores y legisladores republicanos, numerosas representantes de equipos deportivos femeninos que dieron las gracias al presidente por su decisión.
Al mismo tiempo, continúa el combate de la Administración Trump-Vance contra la ola de criminalidad y delicuencia que asola el país, uno de los peores legados de la Administración de Joe Biden y Kamala Harris. Así, en una importante operación en Aurora, en el Estado de Colorado, los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas han detenido a un centenar de presuntos miembros del Tren de Aragua, la megabanda criminal venezolana dedicada al soborno, extorsión, secuestro, robo, hurto, homicidio, narcotráfico, proxenetismo y trata de personas.