El Partido Demócrata tendrá mayoría absoluta en el Senado (51 frente a 49) tras la victoria de su candidato en la segunda vuelta en el estado de Georgia, el último episodio de las elecciones legislativas de mitad de mandato en Estados Unidos que se celebraron el 8 de noviembre.
El actual senador, el demócrata Raphael Warnock, se ha impuesto por la mínima al republicano Herschel Walker en esta segunda vuelta, convocada después de que ninguno de los dos obtuviera al menos el 50 % de los votos.
Los demócratas sí han perdido el control de la Cámara de Representantes, que a partir del 3 de enero estará en manos republicanas. Esto dificultará al presidente Joe Biden su agenda legislativa desde ahora hasta el final de mandato, en 2024.
Georgia, una victoria dulce pero innecesaria para los demócratas
Los demócratas ya se habían asegurado el control del Senado al igualar en escaños a los republicanos y contar con el voto de desempate de la presidenta de la cámara y vicepresidenta del país, Kamala Harris. Pero la victoria de Warnock les da más margen de acción.
El actual senador ha revalidado el cargo con 50,8 % frente al 49,2 % del republicano, con el 99 % del voto escrutado, según Edison Research.
Warnock ha ganado en los condados suburbanos fuera de la ciudad de Atlanta, incluyendo el condado de Fulton, donde ha obtenido un 77 % del voto, un porcentaje aún mayor que el conseguido el 8 de noviembre.
“El pueblo ha hablado”, ha declarado el demócrata ante sus seguidores, tras conocer los resultados.
Warnock ha contado con el apoyo de los pesos pesados del Partido Demócrata, incluyendo a Biden y al expresidente Barack Obama. En un acto el pasado jueves, Obama recordó a los votantes de Georgia que el Senado estaba en manos demócratas gracias a ellos, que en las últimas legislativas les dieron la victoria.
Además, la extensión de la campaña de Warnock hasta la segunda vuelta, con más gasto en mítines y anuncios, ha convertido la de Georgia en la competición más cara de las elecciones de mitad de mandato (más de 400 millones de dólares).
Por suparte, Walker ha reconocido la victoria de su rival. “No voy a dar excusas ahora, porque hemos presentado una batalla formidable”, ha declarado.
La campaña del candidato republicano se ha visto muy perjudicada por los escándalos de su vida personal. Walker, declarado antiabortista, pagó la interrupción del embarazo de una exnovia, según informaciones periodísticas.
Los resultados confirman que Georgia es un estado disputado entre los dos grandes partidos y que tendrá un gran protagonismo en las presidenciales de 2024. El Estado era tradicionalmente republicano, pero los demócratas han ganado ya tres elecciones al Senado en los últimos dos años, y Biden ganó en 2020. En cambio, el gobernador republicano, Brian Kemp, revalidó el cargo el pasado 8 de noviembre frente a la aspirante demócrata Stacey Abrams.
Fracasan los candidatos de Trump
La derrota de Walker es también la última de un candidato que ha contado con el apoyo del expresidente Donald Trump, lo que podría perjudicar sus aspiraciones para ser elegido candidato republicano a las presidenciales.
Mehmet Oz en Pensilvania; Blake Masters en Arizona y Don Bolduc en New Hampshire, todos apoyados por Trump, también perdieron, ademá de varios candidatos a gobernador.
Trump, que participó en un par de mitines durante la campaña para el 8 de noviembre, no ha visitado Georgia para la segunda vuelta, y en cambio ha mostrado su apoyo a Walker por teléfono.
Antes de las elecciones, y con la popularidad de Biden en horas bajas, los republicanos esperaban ganar el control de ambas cámaras del Congreso. En lugar de eso, los demócratas han resistido en la Cámara de Representantes y se quedan con el Senado.
