Suni Williams y Butch Wilmore, tripulantes de la fallida nave Starliner de Boeing, volverán en febrero con los integrantes de la misión Crew-9, que despega desde Florida este sábado
La NASA confirma que los astronautas atrapados en la Estación Espacial volverán en febrero en una nave de Elon Musk
Este sábado despega desde Cabo Cañaveral a las 13:17 EDT (19.17 en España) la Crew-9, una misión, en principio, rutinaria para SpaceX en la que transportaría a una nueva hornada de astronautas hasta la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), como ocurre cada, más o menos, seis meses. No obstante, el viaje se ha acabado convirtiendo en el ‘plan de rescate’ de los astronautas atrapados en el espacio, Suni Williams y Butch Willmore, quienes llegaron con otra nave que, tras registrar varios fallos, finalmente acabó volviendo vacía a principios de septiembre. Todo un ‘culebrón espacial’ que ha copado los titulares de todo el mundo este verano y que este sábado firma su último (aunque no definitivo) capítulo.
Todo comenzó el pasado 5 de junio, poco después de que Wilmore y Williams despegaran Starliner, la nave de Boeing que se propone como alternativa de las Crew Dragon de SpaceX (propiedad del siempre polémico Elon Musk). Se trataba del primer vuelo tripulado de prueba, por lo que los equipos estaban preparados para que no todo saliera perfecto. Sin embargo, ya desde su llegada a órbita, la Starliner registró problemas: primero varias fugas de helio (que se sumaron a las que se encontraron antes del lanzamiento y que demoraron su despespegue un mes) y después con los motores: 5 de los 28 propulsores fallaron, lo que provocó problemas a la hora de atracar en la ISS, el destino de la nave. Su viaje, previsto para una semana, se alargó durante meses.
Tras todo el verano de pruebas -tanto en la nave averiada como en las instalaciones de la NASA en White Sands (Nuevo México) con réplicas de los propulsores, y de ruedas de prensa en las que no se daba una fecha concreta de vuelta de los astronautas atrapados-, a finales de agosto la NASA anunció que Williams y Wilmore no volverían en la Starliner, sino en una Crew Dragon de SpaceX. La Starliner, por su parte, regresaría a casa sola.
«Los vuelos espaciales son arriesgados, incluso en sus formas más seguras y rutinarias. Un vuelo de prueba, por naturaleza, no es ni seguro ni rutinario – señaló entonces en la rueda de prensa Bill Nelson, administrador del NASA-. La decisión de mantener a Butch y Suni a bordo de la Estación Espacial Internacional y traer a casa el Starliner de Boeing sin tripulación es el resultado de nuestro compromiso con la seguridad, nuestro valor fundamental».
Las consecuencias de la decisión de la NASA
Y esa decisión trajo consecuencias. La primera fue el retraso de un mes del lanzamiento de la Crew-9, la siguiente misión de rotación a la ISS. Hasta que la Starliner no desatracase del laboratorio orbital, la nueva tripulación no podría acoplarse. Y cuando la NASA finalmente decidió que Williams y Wilmore volverían a casa en la Crew Dragon, la tripulación de la Crew-9, formada por los astronautas de la NASA Nick Hage, Zena Cardman y Stephanie Wilson, además del cosmonauta de Roscosmos Aleksandr Gorbunov, se reduciría de cuatro a dos para dejar espacio a los dos atrapados. Así, Cardman y Wilson quedaron fuera y Hague y Gorbunov volarán como esta previsto a la ISS este sábado, regresando con Williams y Wilmore el próximo mes de febrero.
La decisión de que los astronautas atrapados permanezcan más tiempo y no vuelvan inmediatamente viene motivada por las complicadas rotaciones en la ISS: lanzar cada nave de ida y vuelta supone un nada desdeñable coste, además de una planificación en cuanto a recursos y avituallamiento. De hecho, no es la primera vez que se decide ampliar una misión espacial: la última vez fue hace apenas un año, cuando el también astronauta de la NASA Frank Rubio tuvo que quedarse seis meses más (un año en total) después de varias fugas registradas en diferentes naves Soyuz rusas.
«Habría sido un aterrizaje seguro»
Después de que la Starliner volviera a la Tierra con una viaje casi perfecto, durante la rueda de prensa el gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, Steve Stich, reconoció que también «habría sido un aterrizaje seguro y exitoso con la tripulación a bordo«. Sin embargo, recordando las lecciones aprendidas de los desastres de los transbordadores espaciales Challenger y Columbia, la NASA enfatizó que no quiere poner a los astronautas en riesgo más de lo necesario. «La decisión de mantener a Butch y Suni a bordo de la Estación Espacial Internacional y traer a casa el Boeing Starliner sin tripulación es el resultado de un compromiso con la seguridad», dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. «Desde entonces, la NASA ha trabajado mucho para crear una atmósfera en la que se anime a la gente a dar un paso adelante y decir lo que piensa, y creo que hoy es un buen ejemplo de ello».
Además de ser una especie de «misión de rescate», Crew-9 será histórica por otras razones. Será el primer lanzamiento tripulado que despegará desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 40 (SLC-40) en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida, y solo el segundo lanzamiento tripulado desde el sitio de la Fuerza Espacial en general, después del lanzamiento de prueba de la Starliner en junio.