El problema con la Starliner: una misión de prueba con complicaciones
Todo comenzó el 5 de junio, cuando la nave Starliner de Boeing despegó con Suni Williams y Butch Wilmore a bordo. Este era el primer vuelo de prueba tripulado de la Starliner, que estaba llamada a ser la alternativa a la Crew Dragon de SpaceX. Aunque los equipos estaban preparados para eventualidades, la misión enfrentó más problemas de los esperados desde el principio. Primero, se detectaron fugas de helio, que retrasaron el lanzamiento y posteriormente se registraron nuevas fallas en los motores. Estos problemas, que afectaron a cinco de los 28 propulsores, complicaron las maniobras de acoplamiento con la ISS, lo que resultó en una extensión del viaje que estaba originalmente previsto para durar solo una semana.
Durante todo el verano, se llevaron a cabo pruebas tanto en la Starliner averiada como en las instalaciones de la NASA en White Sands, Nuevo México, pero no se logró establecer una fecha clara de regreso para los astronautas atrapados. Finalmente, a finales de agosto, la NASA anunció que la nave Starliner regresaría a la Tierra sin tripulación, y que Williams y Wilmore volverían en una nave Crew Dragon de SpaceX. Esta decisión se tomó con el objetivo de garantizar la seguridad de los astronautas, algo fundamental para la NASA.
Los cambios en la misión Crew-9
Como consecuencia de la decisión de la NASA, el lanzamiento de la Crew-9 se retrasó un mes. Era necesario esperar a que la Starliner desatracara del laboratorio orbital antes de que la nueva tripulación pudiera acoplarse. Además, la tripulación original de la Crew-9, que incluía a los astronautas de la NASA Nick Hague, Zena Cardman y Stephanie Wilson, así como al cosmonauta de Roscosmos Aleksandr Gorbunov, tuvo que ser reducida para dejar espacio a los astronautas atrapados. Finalmente, Cardman y Wilson quedaron fuera de la misión, y Hague y Gorbunov despegarán este sábado hacia la ISS, regresando el próximo febrero junto a Williams y Wilmore.
Esta decisión no fue fácil, ya que se tuvo que evaluar el coste y la planificación necesaria para lanzar una nave adicional de ida y vuelta. No es la primera vez que ocurre algo similar: el año pasado, el astronauta Frank Rubio también tuvo que extender su estancia en el espacio debido a problemas con las naves rusas Soyuz.
Seguridad como prioridad
Tras el regreso de la Starliner sin tripulación, Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, afirmó que el aterrizaje habría sido seguro con los astronautas a bordo. Sin embargo, la NASA decidió no correr riesgos innecesarios, recordando los trágicos incidentes de los transbordadores Challenger y Columbia. El administrador de la NASA, Bill Nelson, enfatizó que la prioridad siempre será la seguridad y que, por eso, se decidió mantener a los astronautas a bordo de la ISS hasta su regreso seguro con la Crew Dragon de SpaceX.
Además del rescate de los astronautas, la misión Crew-9 será histórica por otras razones: será el primer lanzamiento tripulado desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 40 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, y solo el segundo lanzamiento tripulado desde esta ubicación, después del lanzamiento de prueba de la Starliner en junio.