Mantener el equilibrio entre el descanso vecinal y el ocio nocturno y la economía asociada al mismo no es una tarea fácil. A nadie le agrada tener bares de copas, discotecas o pubs cerca de su casa por las molestias y el ruido que conllevan, especialmente a altas horas de la madrugada, aunque a todos nos gusta disfrutar de estos lugares, que por añadidura aportan empleo y riqueza a la ciudad.
Los cambios en los hábitos de los burgaleses, apostando más por el horario de tarde que el nocturno, y la modificación de la normativa de la Junta de Castilla y León para elevar el límite de decibelios que pueden emitir los bares ha obligado al Ayuntamiento de Burgos a revisar los niveles de ruido en las denominadas Zonas Acústicas Saturadas (ZAS), fundamentalmente las que más negocios de este tipo concentran: Las Llanas y Las Bernardas y los entornos de San Juan y La Puebla, que no se habían actualizado desde 2013.
Las nuevas mediciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento han puesto de manifiesto que en algunas de ellas no se han registrado niveles superiores a más de un 10% el límite de los 55 decibelios permitidos en varios de los puntos medidos, lo que abriría la puerta a que dejaran de ser zonas saturadas y, por lo tanto, se levantaría la prohibición de conceder nuevas licencias, un extremo que esta calificación impedía desde 2004 cuando se declararon por primera vez.
Son los casos de las calles La Puebla y San Juan y Bernardas aunque en este entorno todavía se dan niveles altos a pesar de haber cerrado numerosos locales, aunque para que dejen de ser ZAS será necesario modificar la Ordenanza Municipal de Ruidos. No obstante, la apertura de nuevos establecimientos considerados como de tipo 2 en la normativa: bar especial, pub, karaoke, bar musical, café teatro, café cantante, bolera, pizzerías, bocaterías y similares estará condicionada a que exista una distancia no inferior a 25 metros de los ya existentes. De este modo, se tendría que cumplir esta condición sí o sí. Así por ejemplo, en La Puebla existen ya tres establecimientos de estas características y dada la longitud de esta calle sería complicado instalar más.
Por el contrario, San Juan cuenta con dos, dado que se han producido algunos cierres y en este caso sería más factible a ser una calle con más metros. «Que dejen de ser zonas saturadas no significa que vayan a tener barra libre sino que van a tener cumplir con la distancia y todas las exigencias de aislamiento», apuntó el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño.
Al parecer, al conocer que se iba a producir este cambio algunos hosteleros han preguntado en el Ayuntamiento por la posibilidad de implantar más establecimientos de estas características en estos entornos y la respuesta ha sido clara. No podrán hacerlo si el local está a menos de la distancia permitida, que no se mide desde la puerta sino entre los puntos más próximos de ambos locales sobre plano, incluyendo las zonas no habilitadas para el público (almacén, vestuario, cocina…).
El concejal de Medio Ambiente es partidario de realizar mediciones más regulares, en diferentes zonas de la ciudad, no solo en las saturadas, en función de los cambios sociales que se produzcan. «También se podrían hacerse en Las Bernardillas o en la calle Briviesca de la que hemos recibido muchas quejas», añadió.
Una vez que se apruebe la modificación de las ZAS se incluirá en un anexo de la Ordenanza de Ruidos cuya modificación se ha comenzado a tramitar.
Como es perceptivo, se ha puesto en marcha una consulta previa al cambio para que las personas, asociaciones u organizaciones que lo deseen puedan realizar aportaciones en los próximos 10 días.
Pueden remitirse a los correos electrónicos servicio010@aytoburgos.es o medioambiente@aytoburgos.es o en registro general. Posteriormente, los técnicos cambiarán el articulado y se llevará a Pleno para su aprobación inicial. Se abrirá un periodo de alegaciones, se resolverán y se aprobará definitivamente.
