Economistas advirtieron que los nuevos aranceles de Donald Trump dispararían los precios, pero el efecto aún no se ha reflejado con fuerza. Mientras tanto, el gobierno celebra lo que considera un triunfo económico.
Inflación más baja de lo esperado
Pese a las predicciones iniciales, la inflación en Estados Unidos no ha explotado. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el índice de precios al consumidor subió solo 2,4 % anual en mayo. Es apenas superior al 2,3 % de abril, la cifra más baja desde 2021.
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La Reserva Federal también reportó una caída en la inflación subyacente (excluyendo alimentos y combustibles), situándose en 2,5 %, lo que refuerza la idea de una estabilidad relativa en los precios.
Aranceles más altos, pero aún sin gran impacto
Estados Unidos aplica ahora una tasa efectiva de aranceles del 14,1 %, frente al 2,3 % del año anterior. Es un salto de 12 puntos en lo que va de 2025. Sin embargo, este aumento aún no ha desencadenado una inflación generalizada.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, explicó que muchas tiendas siguen vendiendo productos que fueron importados antes de que entraran en vigor los nuevos aranceles.
Subidas puntuales en tecnología y electrónica
Hasta ahora, los mayores aumentos se han visto en artículos como computadoras y equipos audiovisuales procedentes de China. La firma Telsey Advisory Group, que rastrea precios minoristas, detectó subidas en solo 19 de 80 productos observados desde abril, mientras que 16 bajaron de precio.
Incluso los autos —afectados por aranceles del 25 %— no han subido. De hecho, los precios de vehículos nuevos cayeron 0,2 % en mayo, y solo han subido 2,5 % respecto a antes de los aranceles.
Trump proclama victoria
Con los precios aún estables, la Casa Blanca se muestra confiada. “Todos han sido desacreditados”, dijo Peter Navarro, principal asesor comercial de Trump. La secretaria de prensa Karoline Leavitt aseguró que el país está “regresando a la fórmula exitosa del primer mandato: baja inflación y salarios en aumento”.
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Aun así, los economistas advierten que el impacto podría llegar con retraso. Joseph Lavorgna, asesor del Tesoro, admitió que “no digo que no pueda haber un efecto arancelario en los números en algún momento”.
Verano clave para el alza de precios
Analistas de Wolfe Research y otras firmas coinciden en que el efecto real podría sentirse a partir de agosto o septiembre. El inventario actual fue adquirido meses atrás, pero cuando se agote, los precios podrían empezar a subir.
Empresas como Walmart, Target, Home Depot y Costco ya anunciaron que aumentarán algunos precios debido a la presión de los aranceles. Aunque intentan mantener precios bajos, los márgenes se están estrechando.
Pequeños negocios en riesgo
Las pequeñas empresas son las más expuestas. Tienen menos capacidad para absorber los costos y ya han comenzado a reducir su inventario o subir precios. En muchos casos, no existen alternativas nacionales viables o son demasiado caras.
La mayoría de los economistas coincide en que el golpe llegará. Solo falta saber cuándo y qué tan fuerte será. Powell lo resumió así: “Los aranceles tardan en avanzar por la cadena de distribución hasta llegar al consumidor final. Pero los efectos ya comenzaron”.
