El dólar subió a $ 980 este lunes, ya que las ventas minoristas en Estados Unidos aumentaron más de lo previsto y desafiaron las perspectivas de relajación monetaria, mientras por otro lado, el ataque de Irán contra Israel durante el fin de semana colaboró a la aversión al riesgo de los inversionistas.
La paridad local saltó $ 8,45 a $ 979,55 -máximos de dos semanas- al cierre de la sesión en la serie de Bloomberg, con lo que el peso chileno marcó el tercer peor desempeño del día entre los emergentes. En paralelo, el dollar index subía 0,15% a un nuevo máximo desde noviembre, mientras las tasas de los bonos del Tesoro saltaban hasta en 10 puntos base (pb).
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Factores adversos
“En general, los hechos de preocupación geopolítica externa añaden volatilidad a los mercados internacionales, y eso tendrá un efecto más amplificado sobre el peso chileno”, dijo a DF la economista principal de Bci Estudios, Francisca Pérez. Los diferenciales de tasas estarían contribuyendo a que “el nivel de volatilidad del peso se mantenga por sobre sus niveles históricos”, sumado a “la disminución del tamaño del mercado de capitales”, tras los retiros de fondos de las AFP.
El petróleo Brent recuperaba los US$ 90 por barril, tras borrar su caída inicial del día, mientras que el oro subía 1,76% a nuevos máximos históricos. Los inversionistas están atentos a la eventual represalia de Israel contra Irán, por los ataques que este último llevó a cabo el sábado, y que fueron repelidos casi en su totalidad.
También está el factor consumo en EEUU. “Las sólidas cifras de ventas minoristas siguen a las de inflación y de nóminas no agrícolas, ambas por encima de lo esperado. Son un claro indicio de que la economía estadounidense sigue en racha, lo que podría llevar a la Reserva Federal a aplazar durante más tiempo los recortes de tasas”, escribió en una nota el analista de mercados de Oanda, Kenny Fisher.
El tipo de cambio subió a pesar de que el cobre Comex repuntaba 2,54% a US$ 4,37 la libra, su mayor precio en casi dos años. Esto estaría respondiendo principalmente a restricciones de oferta, “impulsado por nuevas prohibiciones de parte de EEUU y Reino Unido, evitando que las materias primas rusas coticen en la Bolsa de Londres y en CME, de aceptar producción nueva de parte de Rusia”, escribió el analista de mercados de XTB Latam, Pablo Hasbun.
