A partir del 2026 habrá importantes cambios en los autos de la Fórmula 1. En resumidas cuentas, se pretende que el reparto de potencia de los monoplazas sea de un 50/50, respecto al motor de combustión y la impulsión eléctrica.
Sin embargo, las primeras pruebas que se han hecho bajo esas condiciones han estado lejos de ser positivas. De entrada, en la simulación, los autos han demostrado un desbalance, que prácticamente los vuelve inmanejables en algunas curvas.
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Y es que al activarse el DRS, el auto perdía todo el balance aerodinámico que hacía que los pilotos trompearan y la única forma de que eso no ocurriera era manejando a una velocidad muy discreta, incluso inferior a la de un auto de Fórmula 2.
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Detalles sobre los cambios en los autos
En principio, la FIA ha puesto sobre la mesa un nuevo DRS que esté relacionado directamente con el funcionamiento del ala trasera, permitiendo a los pilotos utilizar una configuración en alta carga en las curvas, pero ahora tendrán que acercarse a los equipos e intentar resolver el problema, pues claramente el plan inicial no está funcionando.
Uno de los primeros directivos en hablar al respecto ha sido Christian Horner, jefe de Red Bull, aunque de momento no parece preocuparse mucho sobre los resultados que las primeras pruebas arrojen, y confía en que el avance que se haga en las próximas semanas sea en la dirección correcta.
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“Creo que ha habido una buena progresión. La FIA ha tenido en cuenta algunos de los comentarios y se han hecho algunas modificaciones. Estamos a la espera del reglamento de chasis, que será una parte fundamental del paquete de 2026″, señaló. “Las reglas son las mismas para todos. No creo que nos asuste el reglamento, ya que es el mismo para todos”.
