Jueves, 6 de marzo 2025, 01:16
Perder peso de forma saludable y mantener una buena salud con el paso del tiempo es un objetivo que muchas personas se plantean, especialmente al inicio de un nuevo año. Más allá de las dietas estrictas o restricciones extremas, recientes estudios apuntan a que el momento en que se consumen los alimentos puede ser tan importante como su calidad.
El ayuno intermitente ha ido cobrando relevancia en los últimos años, respaldado por estudios que destacan sus beneficios, tanto en la pérdida de peso como en la mejora del metabolismo. Este método se basa en alternar periodos de alimentación con otros de ayuno. Entre sus variantes, el ayuno temprano ha captado la atención de los expertos al proponer que las comidas se concentren en las primeras horas del día, respetando los ritmos biológicos naturales. De hecho, diversas investigaciones han vinculado este patrón alimenticio con mejoras en la regulación de la glucosa, reducción de grasa corporal y un mejor funcionamiento metabólico en general.
Ayuno temprano para perder peso de forma saludable
Un estudio desarrollado por la Universidad de Navarra, en colaboración con otras instituciones académicas, ha revelado datos significativos sobre cómo influye el horario de las comidas en la pérdida de grasa, especialmente en el área abdominal. Según los resultados, publicados en la revista ‘Nature Medicine’, evitar la cena y limitar la ingesta a las horas diurnas puede contribuir a reducir la grasa subcutánea, con especial incidencia en el abdomen.
Los investigadores observaron que quienes realizaron su última comida antes de las 17:00 horas registraron una mayor pérdida de grasa abdominal y una mejor regulación de los niveles de glucosa en comparación con aquellos que cenaban más tarde.
La explicación se encuentra en el impacto de los ritmos circadianos. Comer a altas horas de la noche puede interferir en estos ciclos naturales y aumentar el riesgo de sufrir problemas metabólicos como obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Extender el periodo de ayuno permite al organismo optimizar los procesos digestivos y mejorar la regulación de los niveles de azúcar en sangre. Esto no solo ayuda a perder peso, sino que también favorece una mejor salud metabólica a largo plazo.
Los participantes del estudio que concentraron su alimentación entre las 9:00 y las 17:00 horas lograron perder entre 3 y 4 kilos en promedio. Además, mostraron una mejor regulación de la glucosa en sangre en comparación con quienes mantuvieron un periodo de ingesta alimentaria más extenso.
Estos resultados son especialmente relevantes para quienes tienen sobrepeso u obesidad, ya que la mejora en la regulación de la glucosa podría prevenir enfermedades metabólicas graves. Pero sus beneficios no se limitan a la pérdida de peso. Al evitar la cena, el organismo dispone de más tiempo durante la noche para llevar a cabo procesos de regeneración celular y reparación de tejidos, lo que puede favorecer la salud cardiovascular.
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