Cuando el río suena es porque agua lleva. Y en Wall Street, si bien nerviosos, los corredores, bancos y administradores de activos ya se están preparando para lo que venga, mientras se especula sobre un posible incumplimiento del límite de deuda de US$ 31,4 billones del gobierno de los Estados Unidos.
Quedan menos de dos semanas para el 1 de junio, fecha que el Departamento del Tesoro estimó para que el gobierno federal se declarara incapaz de pagar todas sus deudas. En caso de que suceda, el anuncio de incumplimiento amenazaría con un daño financiero severo para los hogares estadounidenses y la economía en general.
A medida que los legisladores intentan encontrar un camino para elevar o suspender el techo de la deuda, los pesos pesados de Wall Street (como Citigroup o JP Morgan, por solo mencionar algunos) convocan reuniones semanales para prever cualquier tipo de consecuencia fatídica para el mercado, informó Reuters.
“Nadie en Washington quiere ver ningún incumplimiento, pero nadie está realmente incentivado a comprometerse antes de la fecha límite real… Sin embargo, seguimos confiando en que se llegará a un acuerdo a tiempo para evitarlo”, advirtió la semana pasada a CNN Libby Cantrill, directora de políticas públicas de la firma de inversión PIMCO.
La volatilidad será elevada
Collin Martin, director y estratega de renta fija del centro de investigaciones financieras Schwab Center for Financial Research, concuerda con Cantrill y pidió a los inversores esperar “que la volatilidad sea relativamente elevada” mientras duren las conversaciones entre la administración de Biden y el Congreso.
Los inversores en bonos se arriesgan a que no se les pague la deuda que han comprado, ya sea a tiempo o en absoluto. Normalmente, los bonos del Tesoro de los EEUU se consideran los activos más seguros del mundo, pero la falta de un acuerdo para aumentar el techo de deuda está comprometiendo los cálculos de todos.
“Ya hemos visto cierta tensión en torno a los precios de las letras a corto plazo, las letras del Tesoro y un pequeño cambio en los… diferenciales de swaps de incumplimiento crediticio soberano”, dijo Gary Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores, en un evento a mediados de mes.
EEUU y el dólar podrían “perder autoridad”
Una Reserva Federal que lucha por controlar la inflación, una serie de quiebras bancarias y ahora un punto muerto político sobre la capacidad del gobierno para endeudarse “están socavando la autoridad estadounidense”, dice un reporte de Bloomberg publicado la semana pasada.
Con EEUU ayudando a Ucrania en su guerra contra Rusia y compitiendo con China, dos adversarios listos para explotar cualquier paso en falso de Washington, el primer incumplimiento de pago de deuda en la historia de los EEUU ha desatado los temores de un posible “declive del prestigio estadounidense”.
“Cualquier cosa que nos aleje de ser vistos como la moneda de reserva mundial, de ser el activo más líquido y seguro del mundo, es malo para el pueblo estadounidense, malo para el dólar y malo para el gobierno de EEUU”, dijo a Bloomberg Beth Hammack, codirector del grupo de financiamiento global de Goldman Sachs.
El dólar es la moneda más utilizada en el comercio y las transacciones financieras. También representa poco menos del 60% de las reservas oficiales de divisas de los bancos centrales, aunque ese es el mínimo de un cuarto de siglo, una señal de que su dominio podría estar desvaneciéndose.
Los bonos del Tesoro, lo más parecido a un activo sin riesgo, permiten que el gobierno federal se financie a sí mismo. La demanda de esos valores respalda un mercado de US$ 24 billones que es el más profundo y líquido del mundo.
El peor escenario
Resulta difícil evaluar completamente y con anticipación el daño que crearía un incumplimiento de pago, pero los ejecutivos de Wall Street han advertido que la disfunción del mercado del Tesoro se extendería rápidamente a los mercados de derivados, hipotecas y materias primas, ya que los inversores cuestionarían la validez de los bonos, ampliamente utilizados como garantía para garantizar operaciones y préstamos.
Según Reuters, incluso un breve incumplimiento del límite de deuda podría provocar un aumento en las tasas de interés, una caída en los precios de las acciones e incumplimientos de convenios en la documentación del préstamo y acuerdos de apalancamiento. Los mercados de financiación a corto plazo probablemente también se congelarían, de acuerdo con la plataforma de inteligencia financiera Moody’s Analytics.
En Bloomberg Economics, un equipo de economistas e investigadores modeló un escenario en el que un punto muerto prolongado conduce a un mayor estrés en el mercado, y el Tesoro se ve obligado a recortar el gasto social para priorizar los fondos para pagar la deuda. Estimaron, de manera conservadora, que el producto interno bruto podría contraerse a una tasa anual del 8% como resultado.
Wall Street y la sacudida del mercado del Tesoro
Wall Street ya está inmerso en tareas de planificación sobre cómo se manejarían los pagos de los valores del Tesoro e intentando prever cómo reaccionarían los mercados de financiación más críticos.
Otro paso importante será asegurar la tecnología suficiente, capacidad de personal y dinero en efectivo para manejar grandes volúmenes de negociación, así como comprobar el impacto potencial en los contratos con los clientes.
Entretanto, los grandes inversores en bonos insisten en advertir que mantener altos niveles de liquidez es importante para resistir posibles movimientos violentos de los precios de los activos y para evitar tener que vender en el peor momento posible.
La plataforma de comercio de bonos Tradeweb dijo a Reuters a mediados de mes que había iniciado conversaciones con clientes, grupos industriales y otros participantes del mercado sobre planes de contingencia.
Un grupo líder en la industria, la Asociación de la Industria de Valores y Mercados Financieros (SIFMA), ha considerado varios escenarios: lo más probable es que el Tesoro gane tiempo para pagar a los tenedores de bonos, anunciando un pago que renovaría esos valores que vencen, extendiéndolos un día a la vez.
En el escenario más problemático, el Tesoro deja de pagar tanto el capital como los bonos, y no extiende los vencimientos. Los bonos no pagados ya no podrían negociarse y ya no serían transferibles en el Servicio de Valores de Fedwire, que se utiliza para mantener, transferir y liquidar bonos del Tesoro.
“Es difícil porque esto no tiene precedentes, pero estamos tratando de desarrollar un plan con nuestros miembros para ayudarlos a navegar a través de lo que sería una situación disruptiva”, dijo a Reuters Rob Toomey, director gerente y asesor general asociado de SIFMA.
La empresa de servicios financieros Depository Trust & Clearing Corporation también informó que estaba monitoreando la situación y ha modelado una variedad de escenarios basados en el manual de SIFMA.
“También estamos trabajando con nuestros socios de la industria, los reguladores y los participantes para garantizar que las actividades estén coordinadas”, dijeron.