- Armas de embarcaciones “apátridas”
- Una ayuda insuficiente
- Preocupación ante el refuerzo de la alianza China-Rusia
Washington quiere aumentar el músculo armamentístico de Ucrania. A la cada vez más compleja situación que se vive en el campo de batalla, se une la preocupación acerca de la colaboración china en la invasión rusa. Estados Unidos ha reaccionado enviando a Ucrania un lote de armas y munición que fue incautado por las fuerzas norteamericanas cuando ponían rumbo a Yemen para engrosar el arsenal de las milicias hutíes respaldas por Irán.
Armas de embarcaciones “apátridas”
El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM, por sus siglas en inglés) ha informado de que el pasado jueves el Gobierno de su país había enviado un nuevo lote de armas destinado a ayudar a Ucrania a defenderse de la invasión rusa. Aunque, en esta ocasión, las armas enviadas pertenecían a cuatro embarcaciones “apátridas” interceptadas entre mayo de 2021 y febrero de 2023.
Se trata de más de 5.000 AK-47, ametralladoras, rifles de francotirador, lanzacohetes RPG-7 y medio millón de cartuchos de munición de 7,62 mm. El ejército estadounidense asegura que estas armas, aunque transportadas en embarcaciones sin bandera, pertenecían al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. En ese sentido el “CENTCOM está comprometido a trabajar con nuestros aliados y socios para contrarrestar el flujo de ayuda letal iraní en la región por todos los medios legales, incluidas sanciones de Estados Unidos y la ONU y mediante interdicciones”.
Una ayuda insuficiente
Es una de las advertencias que hacen desde Washington. Saben que esta ayuda no es suficiente para mantener el pulso a las fuerzas Vladímir Putin, como tampoco lo fue el paquete de 300 millones de dólares suministrado en marzo, que constaba de proyectiles de artillería y municiones para sistemas de defensa aérea y antiblindaje. Sabedor de que su agotamiento es cuestión de – poco – tiempo, Estados Unidos trata de aprobar un cuantioso paquete adicional que lleva meses bloqueado por los republicanos.
La Administración Biden trabaja para sacar adelante un plan que destinaría alrededor de 60 mil millones de dólares a Ucrania. Sin embargo, las reticencias del sector republicano impiden que salga adelante. De ahí que el Gobierno norteamericano tuviese que buscar nuevos caminos para garantizar la ayuda de 300 millones del mes pasado. Para conseguirla, recurrió al Pentágono, utilizando “ahorros no anticipados” de contratos de armamento, según anunció en su momento el asesor de Seguridad de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
“Resulta que negociamos bien y esos contratos estuvieron por debajo del presupuesto, así que tenemos una modesta cantidad de financiación disponible”, era la explicación que daba Sullivan a este recurso al que recurrió Biden para proporcionar ayuda a Ucrania. Y uno de los motivos es que, en Ucrania, Washington se está jugando más de lo que muchos quieren ver, especialmente desde que China aumentó su cooperación con el Kremlin, encendiendo todas las alarmas en Occidente.
Preocupación ante el refuerzo de la alianza China-Rusia
La inquietud crece por momentos en los pasillos de la Casa Blanca. Mientras los frentes de inestabilidad arrecian incesantemente en Oriente Medio, China estrecha su colaboración con Rusia. El suministro de inteligencia geoespacial destinada, según informes, a aumentar el potencial ruso en la guerra de Ucrania, preocupa en Estados Unidos. Como también lo hacen las imágenes satelitales que China está proporcionando a Moscú con fines militares junto con microelectrónica y maquinaria para tanques.
En vistas de este acercamiento, evidenciado más si cabe con la visita de Serguei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, a Pekín, Washington ha puesto sobre aviso a sus aliados más cercanos. Así lo asegura el medio Bloomberg, que asegura Estados Unidos ha alertado de la mejoría de los lazos entre estos dos históricos aliados, y que ahora podría decantar la balanza en la guerra de Ucrania.
Para intentar calmar las aguas, ha sido el propio Joe Biden quien ha transmitido su preocupación a su homólogo chino en una llamada telefónica la semana pasada. También Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, ha salido al paso para pedir a sus aliados europeos redoblar los esfuerzos ante el preocupante aumento de la cooperación entre Rusia y China. Un crecimiento de la asociación que más daño puede hacer a Estados Unidos y que está jugando una de sus partidas de ajedrez más trascendentales en el tablero ucraniano.