La Asamblea Nacional de Francia tomó la palabra y aprobó la moción de censura del Gobierno encabezado por el primer ministro conservador Michel Barnier, en el puesto desde hacía solo tres meses. La coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular y el apoyo de la ultradechista Reagrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen abren una nueva estapa para Francia. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, debe presentar al sustituto de Barnier en los próximos días y unos Presupuestos para 2025.
EL PERIÓDICO te cuenta al minuto la crisis política francesa.
Eran casi las siete de la tarde del 15 de abril de 2019. Empiezan a sonar las alarmas en la oficina y Olga, una española en París, recibe un mensaje por el chat de la empresa. “Se está produciendo un incendio en Notre Dame. No hay más información, pero por seguridad, os pedimos que os marchéis todos a casa y evitéis el transporte público”. Las horas posteriores a ese anuncio, las conoce casi todo el mundo. Probablemente haya sido uno de los incendios más seguidos virtualmente de los últimos años. Miles de usuarios conectados a sus pantallas, siguiendo minuto a minuto el incendio de una de las catedrales más importantes del mundo: Notre Dame de París. Lea la información sobre la inauguración del reconstruido templo gótico, por Leticia Fuentes, corresponsal en París.
Las previsiones de mal tiempo han obligado a adaptar a última hora las celebraciones de la reapertura de la catedral parisina de Notre Dame, tras cinco años y medio de trabajos, y trasladar todos los actos al interior del templo. “De común acuerdo entre la diócesis de París y la Presidencia de la República, toda la ceremonia tendrá lugar dentro de la catedral”, han indicado las dos instituciones en un comunicado conjunto, donde precisan que se prevén rachas de viento de entre 65 y 80 kilómetros por hora en la región.
Inicialmente, el presidente francés, Emmanuel Macron, debía tomar la palabra en la explanada de la catedral pocos minutos después del comienzo de la ceremonia, previsto a las 19.00 horas. Estaba planificado así para tener dos tiempos muy marcados: una ceremonia oficial, política y laica, en el exterior y otra en el interior, más puramente religiosa, con el arzobispo de París, Laurent Ulrich, como protagonista. Finalmente, todas las intervenciones se harán dentro de la iglesia.
“No estamos lejos de una crisis de régimen”, afirmó este viernes el exprimer ministro, Edhouard Phillipe durante una entrevista en BFMTV para luego describir la situación política de Francia, como “peligrosa” e “inestable”. Tras la moción de censura, Emmanuel Macron prometió nombrar a un primer ministro en los próximos días, mientras tanto la ronda de consultas continúa, levantando ampollas entre los no convocados y generando una nueva crisis entre la unión de izquierdas. Este viernes, el presidente llamaba a consultas al socialista, Olivier Faure, quien minutos antes de la reunión afirmó estar listo para negociar con el macronismo, siempre y cuando, haya “concesiones recíprocas” y “el nuevo primer ministro sea de izquierdas”. Más información, aquí.
El CAC-40, el principal índice de la Bolsa de París, encadenó este viernes su séptima jornada seguida en verde al cerrar con un 1,31% de ganancias, a pesar de la crisis política en Francia tras el cese del Gobierno de conservador Michel Barnier. La plaza parisina terminó en los 7.426,88 puntos, con 36 valores en alza y cuatro en rojo. Encadenar siete jornadas en verde no sucedía en el CAC-40 desde febrero de este año. Los analistas atribuyen esta mejora a la posición compradora de los inversores que habían vendido sus acciones desde junio, cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, convocó elecciones legislativas anticipadas, hasta ahora. En esos seis meses el CAC-40 había perdido algo más del 8%.
Dos días después de que la moción de censura descabalgara al Gobierno francés del conservador Michel Barnier, el presidente, Emmanuel Macron, intensificó este viernes los contactos políticos para encontrar un sucesor, abriendo la puerta a los socialistas pero con la prioridad todavía en el centro derecha. La gran novedad de la jornada fue que por el Elíseo desfiló una delegación al más alto nivel del Partido Socialista (PS), encabezada por su líder, Olivier Faure, para una reunión desautorizada por La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, que es la formación hegemónica de la alianza de izquierdas mayoritaria en la Asamblea Nacional, denominada Nuevo Frente Popular (NFP). El encuentro fue acogido con entusiasmo por quienes aspiran a que el PS abandone el maximalismo de Mélenchon, opuesto a cualquier pacto e insistente en pedir la dimisión de Macron, para desbloquear una legislatura atascada. Los 60 diputados socialistas constituyen para ellos una oportunidad de apartar de la ecuación a la extrema derecha de Marine Le Pen, que se ha rebelado como un aliado poco fiable, como quedó demostrado en la moción de censura contra Barnier. Pero Faure acudió al Elíseo con sus propias exigencias: que el próximo primer ministro sea de izquierdas y que el presidente cuente también con los otros componentes de su coalición electoral, es decir, LFI, comunistas y ecologistas. “No participaremos en ningún Gobierno dirigido por un primer ministro de derechas”, aseguró el líder socialista a la salida de la reunión con Macron, flanqueado de sus portavoces en la Asamblea Nacional, Boris Vallaud, y el Senado, Patrick Kenner.
La Unión Europea y el bloque sudamericano Mercosur cerraron este viernes un acuerdo comercial pese a las vehementes objeciones de Francia, que se ha comprometido a encabezar una campaña para obstruir su ratificación. El presidente francés, Emmanuel Macron, opinó que los términos son “inaceptables”. Tras más de dos décadas de negociaciones, el acuerdo es una oportunidad para que la UE y la unión aduanera sudamericana fundada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay aprovechen nuevos mercados para sus productos en medio de la feroz competencia de China y las amenazas arancelarias de Donald Trump. Se trata del mayor acuerdo comercial jamás celebrado por ninguno de los dos bloques, pero augura una ola de protestas por parte del sector primario francés.
La crisis presupuestaria y política de Francia es consecuencia del agujero causado por las rebajas fiscales impulsadas por el presidente francés, Emmanuel Marcron, desde 2017 y por su forma de gobernar altiva, sin diálogo y a golpe de decretazo, que es rechazada por el 74% de los franceses, según el sondeo Fracturas Francesas de Ipsos de noviembre realizado para Le Monde, la Fundation Jean Jaurès, el Institut Montaigne y Sciences Po. El Tribunal de Cuentas francés en su informe sobre la finanzas públicas del pasado julio responsabiliza de la actual degradación del déficit y la deuda pública del país a las sucesivas reducciones de impuestos y cotizaciones sociales realizadas por Macron desde su llegada a la presidencia. El Tribunal de Cuentas francés cifra la pérdida de recaudación anual en 62.000 millones de euros en 2023, equivalentes al 2,2% del producto interior bruto (PIB). Más información, aquí.
El primer secretario del Partido Socialista francés, Olivier Faure, ha reiterado que su formación “en ningún caso participará en un Gobierno dirigido por un primer ministro de derechas”. Tras poco más de una hora de reunión con Emmanuel Macron, Faure ha asegurado que el presidente de Francia “no ha puesto ninguna condición previa sobre ningún tema” para las conversaciones para formar el próximo Ejecutivo y que no les ha pedido “en absoluto” que se separen de La Francia Insumisa, el partido de izquierdas encabezado por Jean-Luc Mélenchon, que rechaza cualquier negociación con los macronistas y Los Republicanos.
El líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, ha renegado de la oferta que Olivier Faure, líder del Partido Socialista francés, ha hecho a los macronistas y a la derecha para formar un nuevo gobierno en Francia siempre que el próximo presidente sea “de izquierdas”. “Nada de lo que diga o haga Olivier Faure va en nuestro nombre ni en el del Nuevo Frente Popular”, ha señalado en un mensaje compartido en X. “LFI no ha dado ningún mandato. Ni para ir solo a esta reunión ni para negociar un acuerdo y hacer ‘concesiones recíprocas’ a Macron y Los Republicanos“.
El líder del Partido Socialista francés, Olivier Faure, ha vuelto a reclamar “un primer ministro de izquierdas” como condición previa para negociar la formación de un nuevo gobierno con los macronistas y la derecha. “Me preocupa que [Emmanuel Macron] no haya llamado todavía ni a los comunistas ni a los ecologistas, que han expresado su voluntad de participar en un enfoque constructivo”, ha dicho en su llegada al Elíseo, donde se reunirá con el presidente galo.